Mad Max: Furia en el camino

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Las tres décadas de espera valieron la pena.

El director George Miller trae de regreso con toda su gloria a uno de los más grandes antihéroes que brindó el cine de acción. Un personaje que a partir de su debut en 1979 contribuyó a desarrollar el subgénero del cine post-apocalíptico, que tuvo su época de gloria en los años ´80, muy especialmente en Europa (ver nota Los primos italianos de Mad Max).
Si yo fuera fan de Max y lector de esta página lo primero que me gustaría saber sobre este estreno es lo siguiente.
¿Furia en el camino tiene algún vínculo con la trilogía original?
En un momento se había anunciado que la nueva película era una historia que se desarrollaría entre Mad Max 1 y 2.
No, olvidate por completo de los filmes con Mel Gibson porque esto es un relazamiento del personaje que se desarrolla en un universo de ficción diferente.
Después de ver este film creo que esta elección que tomó Miller fue la acertada. No hubiera funcionado vincular Furia en el camino con la saga original por la sencilla razón que Tom Hardy no es Gibson, quien fue, es y será para toda la eternidad el verdadero Mad Max.
El propio Hardy se lo dijo a Gibson cuando tuvo la posibilidad de conocerlo antes de la filmación:
"Vos sos Mad Max. Yo soy Tommy Hardy y simplemente tengo el trabajo de interpretarlo".
Al principio cuesta un poco adaptarse a la idea que Hardy es el nuevo Max, pero luego esto deja de ser un inconveniente gracias al trabajo del protagonista.
El actor construyó su interpretación a partir del personaje que estableció Gibson en la trilogía original.
Max sigue siendo un antíhéroe de pocas palabras que termina involucrado de manera accidental en conflictos peligrosos. No obstante, Hardy le aportó ciertos matices a su versión del personaje a través de las expresiones faciales.
Hay varias escenas donde el protagonista no habla pero dice muchas cosas con su mirada y a veces aporta momentos divertidos.
La verdad que Hardy tenía un desafío complicado en este trabajo porque no es fácil reemplazar a Mel Gibson en esta propuesta. Sin embargo salió muy bien parado y brinda un gran trabajo.
Lo más importante de este film pasa por el hecho que no se trata de un simple relanzamiento hollywoodense dentro del cine de acción, sino que Miller le ofrece a los espectadores una auténtica experiencia cinematográfica que es de visión obligatoria en el cine para los fans del género.
Furia en el camino no es otra película más que se mira en el cine, sino que se la vive.
Esa es la gran virtud de este trabajo de Miller, quien en los últimos años estuvo concentrado en desarrollar propuestas familiares e infantiles como fueron los filmes de Babe, el chanchito valiente y Happy Feet 1 y 2.
Su nueva obra representa un retorno glorioso al género de acción donde brinda una película intensa que literalmente no da respiro de la primera a la última escena.
Toda la trama es una gran persecución donde el espectador puede sentir que acompaña a los protagonistas en la odisea que atraviesan.
El film toma algunas ambientaciones que nos remiten a Mad Max III pero trabaja el tratamiento de la acción con la influencia de lo que fue la segunda entrega de la trilogía.
El desquicio absoluto que tienen las secuencias de acción, sumado al desfile de personajes bizarros que aparecen en la trama (uno de los villanos se llama Rictus Erectus) hicieron de esta producción una propuesta muy especial.
Es importante destacar que el 90 por ciento de este film fue filmado del modo en que se trabajaba el cine de acción en los años ´80, cuando los efectos digitales todavía eran una rareza en Hollywood.
George Miller creó una película que le rinde honores al género, al mismo tiempo que ofrece una cátedra en el uso de los efectos especiales.
Otra particularidad importante de la película es que Furia en el camino tiene una marcada impronta feminista donde las mujeres sobresalen entre los personajes más fuertes de la trama, algo que no había ocurrido en las historias previas.
El rol de Furiosa, interpretado por Charlize Theron, está muy bien elaborado y su historia tiene un peso importante en la película.
En este caso puntual recomiendo ver la película en 3D, ya que la escenas de acción se viven con mayor intensidad y le aportan un condimento adicional a la experiencia que ofrece el director.
Sólo tengo una objeción para esta nueva labor de Miller. Me hubiera gustado que el viejo Intecerptor, un auto histórico del cine, hubiera tenido un poco más de participación, pero por el modo en que fue escrita la historia no hubo lugar para eso.
Un mínimo detalle que no altera en absoluto mi apreciación del film.
Mad Max: Furia en el camino es claramente uno de los grandes estrenos del año que afortunadamente no decepciona a los fans de este gran personaje.