Ma

Crítica de Santiago Balestra - Alta Peli

Ma, una propuesta que tambalea, pero consigue entretener gracias a una carismáticamente macabra protagonista.

En los años 90 existía un tipo de película que caminaba la cuerda floja entre el suspenso y el terror. En ellas se contaba la historia de un/a protagonista que conoce a una persona, en apariencia amigable e inocua, pero que conforme se desarrolla la trama se descubre que está muy desequilibrada y tiene una obsesión malsana con el/la protagonista, obsesión que no pocas veces termina en varios asesinatos.

Ejemplos como Misery u Obsesión Fatal son los que más rápido pueden venir a la mente. Ma, en cierto modo, se inscribe dentro de una propuesta similar.

Si sos bueno con Ma…

La película cruza el contexto narrativo arriba mencionado, con un grupo de personajes que son la típica carne de cañón del genero slasher. Y precisamente por ese contexto, tira información a cuentagotas sobre cuál puede ser la posible relación entre ellos y la Ma protagonista; algunos inteligentes, otros anticipables.

Es de destacar cómo el guion de la película no le hace las cosas fáciles a Ma. En cualquier otra producción, esta mujer sería alguien inteligente, calculador e infalible. Sin embargo acá, Ma solo tiene dos de esas tres virtudes, y el prospecto de equivocarse es lo que contribuye en un 50% a que el espectador simpatice con esta desequilibrada mujer.

El otro 50% lo aportan sus víctimas, que en gran mayoría de los casos no tienen virtud, redención alguna, y ni hablar de dimensiones. O son plenamente buenos o son plenamente crueles. Ante esta comparativa, Ma termina resultando el personaje más desarrollado de la película, incluso cuando pierde la simpatía del espectador; sus motivos se entienden.

No obstante, a medida que avanza, se experimenta una leve indecisión de tono. Como que no se decide entre la seriedad de un thriller psicológico o el placer catárticamente lúdico de una película de venganza. Esto desemboca en un desenlace, que aunque propone momentos precisos de humor negro, no se puede evitar notar que tuvieron una oportunidad única de tomar el camino menos transitado, solo para terminar cayendo en un final que vimos cientos de veces.

En materia temática, podríamos decir es donde se encuentra su desventaja más seria. Uno llegaría a la conclusión de que esta crítica está haciendo un rebusque intelectual en una película que no lo tiene, pero cuando necesitás señalarle a tu adversaria que los hijos no son sus padres, es porque estás haciendo una declaración temática. Una que necesitaba estar diseminada en el presente narrativo más que en la historia previa de la protagonista. Si no la tenía, Ma hasta incluso hubiera podido beneficiarse de ello.

Aunque el guion camina la cuerda floja entre la virtud y el defecto, una cosa se mantiene equilibrada y firme: Octavia Spencer. El carisma de la actriz es lo que hace a la película. Si sus debilidades son reconocidas pero sobrellevadas, resultando incluso entretenidas en el proceso, es en gran parte por su labor interpretativa. Concedido: al iniciar la película, ella es el arquetipo de todos los roles por los cuales se consagró, pero cuando suelta su gracia y en especial su lado oscuro, es cuando la película tiene sus momentos más logrados.