Lunáticos

Crítica de Santiago García - Leer Cine

Una comedia que no causa ninguna gracia es un camino difícil de recorrer. Pero sí además esa comedia elige ser una sátira, esa falta de risas van acompañadas por un enorme fastidio. Humor negro, comentarios políticos y sociales y la suma de varias historias, todo eso confluye en Lunáticos, una comedia fallida de principio a fin. Los personajes de estas historias están en Buenos Aires, Ciudad de México y Montevideo, pero podrían estar en mil ciudades más y tampoco podrían sobrevivir a un guión muy malo y una producción excesivamente humilde. El chiste inicial con el presidente norteamericano posteando barbaridades en Twitter ya muestra el nivel de la comedia y no engaña, es así de mala. Una especie de Donald Trump, al que el guionista menos divertido del planeta ha decidido ponerle el nombre de Adolf Hinder, está sentado en el inodoro y ahí desata un caos global.

Después del bochornoso comienzo conoceremos a los personajes, todos en situaciones extremas de supuesto humor negro. Un suicida, un personaje psiquiátrico, un hombre que irrumpe en un programa de televisión amenazando con volar todo por el aire. Y acá una salvedad: tal vez no sea una comedia, no importa lo que quieran vendernos, tal vez sea un drama al que a último momento le quisieron cambiar la promoción. Alguna de las historias parece directamente robada de una película, pero tal vez solo se trate de un lugar común más. Un elenco con muchas figuras resulta sorprendentemente fallido, no pudiendo dar ni uno solo de ellos en la nota, todos incómodos con un guión con diálogos y situaciones imposibles. Más que mala resulta incomprensible.