Lunáticos

Crítica de Ezequiel Boetti - Otros Cines

Hay un dato clave para entender la lógica que mueve los hilos de Lunáticos. Su director es Martín Salinas, quien había tenido su última vez en la silla plegable en 2012 con la comedia policial Ni un hombre más. Pero donde más experiencia tiene el realizador es en la escritura de guiones tanto para producciones mexicanas como nacionales, entre ellas varios episodios de Tiempo final. Algunas de las historias creadas para la serie de unitarios sirven de materia prima para esta coproducción entre la Argentina, México y Uruguay.

La acción de esta película coral arranca con el presidente de Estados Unidos tuiteando una decisión que desata un cataclismo económico planetario. Mientras los medios dedican largas horas a rumores y análisis sin perspectiva alguna, varios personajes de Buenos Aires, México y Montevideo entrecruzan sus destinos a raíz de la mala nueva llegada desde el Norte.

Las historias son tres y están atravesadas por una apuesta a la negrura para retratar con una mirada irónica las miserias del mundo moderno y globalizado. Allí están un porteño que entra a un estudio de televisión con un chaleco bomba mientras entrevistan al político que supuestamente lo estafó, un mexicano al borde del suicidio cuya suerte cambiará ante la llegada da una mujer y un psiquiatra montevideano intentando solucionar sus cuestiones financieras mientras del psiquiátrico donde trabaja se escapa uno de los pacientes más peligrosos.

Las resonancias de la actualidad no impiden que la película, como casi todas las que apelan al formato coral, sea un tanto irregular, con un par de historias más y mejor desarrolladas y una (la mexicana, cuya inclusión se debe a cuestiones de coproducción) que suena forzada. Igual de forzado que el acento de varios actores argentinos haciendo de uruguayos.

El resultado es un film obvio en su mensaje crítico que intenta hacer comedia utilizando como base las angustias cotidianas. Una loable intención que, sin embargo, no termina de materializarse en la pantalla.