Luna: una fábula siciliana

Crítica de Juan P. Pugliese - EscribiendoCine

En el bosque

En Luna, una fábula siciliana (Sicilian Ghost Story, 2017), Fabio Grassadonia y Antonio Piazza narran un hecho verídico pero desde un enfoque distinto al acostumbrado. El secuestro y posterior asesinato del hijo de un arrepentido de la mafia es el disparador para mezclar la realidad con la imaginación de dos niños envueltos en una situación extraordinaria.

Luna (Julia Jedlikowska) está enamorada de Giuseppe (Gaetano Fernandez), su compañero de escuela. Poco después de que ella le entrega una carta en la que revela sus sentimientos, el niño es abordado por unos sujetos que parecen policías y nadie más vuelve a verlo. Los días pasan y Luna no logra comunicarse con su pretendiente. Desafiando a su madre, a la maestra y a una comunidad que mira para otro lado, la pequeña lo buscará hasta las últimas consecuencias.

Para entender el contexto en el que transcurre la película y el tratamiento del tema por parte de los directores, es necesario remontarse a los años en los que la mafia comenzó a verse acorralada por las fuerzas de la ley. La década del noventa sería decisiva. Luego del asesinato del juez Giovanni Falcone y más tarde el de su colega Paolo Borsellino, las autoridades decidieron dar caza a los “hombres de honor”.

Amparados bajo la ley antimafia Rognoni-La Torre, los exintegrantes de la Cosa Nostra declararon como arrepentidos y comenzaron a entregar a sus compañeros. Uno de ellos fue Santino Di Matteo, el encargado de planear y ejecutar el atentado contra Falcone bajo las órdenes de Giovanni Brusca. Para hacerlo cambiar de opinión, este último mandó a secuestrar a Giuseppe, hijo de Santino, que luego de pasar dos años en cautiverio fue asesinado y su cuerpo diluido en ácido.

La película que abrió la Semana de la Crítica de la última edición del Festival de Cannes y tuvo su preestreno en el 32 Festival Internacional de Cine de Mar del Plata gira en torno a este hecho atroz. Pero los directores se basaron también en el relato Un caballero blanco, de Marco Montessola, para desarrollar un relato dramático insertado en un mundo oscuro donde habitan monstruos y los inocentes son víctimas de fuerzas que no pueden controlar.

Desde los primeros minutos queda claro que la película no es sobre la mafia. Luna, una fábula siciliana se aborda como un relato fantástico donde la protagonista deberá sortear obstáculos si quiere volver a los brazos de Giuseppe. Los realizadores logran dotar a la película de una atmósfera fantasmal y cargada de símbolos donde el peligro reside en el bosque que Luna, cubierta por un abrigo rojo, deberá atravesar.

El atractivo del film radica en que el tratamiento elegido para encarar la historia no le resta dramatismo a lo que sucedió. Por el contrario, Grassadonia y Piazza ofrecen una visión distinta sin evitar mostrar los detalles más escabrosos. Sin embargo, hay algo de luz sobre el final.