Lucky

Crítica de Marcelo Cafferata - El Espectador Avezado

Si bien técnicamente “LUCKY” no es el último trabajo de Harry Dean Stanton (aún no se ha estrenado “Frank & Ava” el biopic sobre Frank Sinatra y Ava Garner en donde tiene una participación como el sheriff Lloyd) este absoluto protagónico ha sido una excelente despedida de la pantalla grande, en donde lo hemos disfrutado en la más diversa gama de personajes.
Fue aquel que vimos hace casi 40 años en “Alien, el octavo pasajero” y que será indudablemente inmortalizado en sus roles en “Paris, Texas” junto a Nastassja Kinski , “Golpe al Corazón” de Francis Ford Coppola o “Fool for Love” en la que fue dirigido por Robert Altman.
A sus casi 90 años, Dean Stanton tuvo su más que merecida despedida con “LUCKY”, un personaje protagónico que no sólo es absolutamente excluyente dentro del filme sino que además le permite seguir demostrando su ductilidad y sus dotes de gran actor.
Se dio el lujo de filmar con David Lynch (con quien tuvo varias colaboraciones incluyendo “Corazón Salvaje” “Imperio” “Una historia sencilla”), con Martin Scorcese (“La última tentación de Cristo”) y ahora en “LUCKY” se despide con honores en un film póstumo que lo agrega a la galería de las estrellas hollywoodenses como James Dean con su “Gigante”, Peter Finch en “Network, poder que mata” o más acá en el tiempo el Jocker de Heath Ledger, quienes fallecieron antes de que su película se estrenase.
El guion de los debutantes Drago Sumonja y Logan Sparks, con quienes el protagonista tenía un vínculo personal, juega con la idea permanente de que Lucky sea Dean Stanton y viceversa.
Se respira entonces una fusión perfecta, una amalgama precisa y potente para un personaje totalmente concebido a la medida de Stanton y que es el merecido vehículo para que logre un lucimiento especial. Es así como apenas iniciada la película, nos queda claro que Stanton es el único actor que le puede dar vida a este personaje, ya no podemos concebirlo a Lucky sin él: todo queda impregnado de su particular andar, de las expresiones y de las miradas profundas con las que construye y le da vida a su criatura.
Lucky vive en la piel de este actor enorme que le encuentra todas las tonalidades necesarias y que le imprime, fundamentalmente, esa tristeza y esa melancolía que no solamente el personaje central sino que la película misma, necesitan. Es impactante ver cómo no solamente a través de algunos filosos diálogos aparece el tema de la muerte que sobrevuela toda la película sino que además hay un deliberado “coqueteo” de Stanton/Lucky con la muerte y sobre todo con la idea de un final anunciado, de la despedida, de una partida.
El desierto, la aridez del paisaje, la soledad, le imprimen el escenario justo para que esta especie de western crepuscular se desarrolle lentamente pero en forma segura. Una película que se encuentra construida más por climas, sensaciones y postales de ese ocaso que por una narración tradicional.
“No hay nada más allá de la muerte” sostiene en una de las líneas el personaje central, mientras filosofa desde la barra de un bar al que acude como parte de su religión y allí se encuentra con sus amigos, entre los cuales encontramos nada más ni nada menos que a David Lynch en un guiño que nos hace la película para que todo quede entre amigos.
En su debut como director, el actor John Carroll Lynch construye el andamiaje ideal para el lucimiento de Stanton, sin dejar librado al azar ninguno de los restantes detalles.
La música es otro gran punto a favor de “LUCKY” como así también una muy cuidada fotografía.
Seguramente muchos de nosotros, pasado un buen tiempo, sigamos recordando a Harry Dean Stanton por todos los trabajos que ya fueron mencionados, por su icónica figura en el afiche de “Paris, Texas” de Wenders, y también por esta escena de su trabajo póstumo en donde canta “Volver, Volver” en un tono que nos eriza la piel y nos habla de toda la sensibilidad y las emociones que transmite “Lucky” para cuando ese desierto quede vacío en la pantalla, inmenso, enorme y cautivante.
Para cuando Harry Dean se haya despedido de nosotros dejándonos su mejor legado.