Lucky

Crítica de Julieta Cáceres - Cinescondite

Lucky tiene 90 años. Todos sus días siguen una estricta rutina. Se despierta, prende un cigarrillo, hace yoga, fuma un poco más. Toma un vaso de leche, lo vuelve a llenar y lo guarda en la heladera. Este es sólo el principio del día y el de la película. La ópera prima de John Carroll Lynch es, además de una interpretación nostálgica pero acertada de la vejez, un digno homenaje al gran Harry Dean Stanton.