Luces rojas

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Hubiera sido maravilloso que Henry Houdini y Sir Arthur Conan Doyle estuvieran vivos en la actualidad para poder ver esta película junto a ellos.
El debate a la salida del cine hubiera sido de antología.
Houdini era un enemigo absoluto de los videntes y psíquicos que argumentaban tener poderes especiales y solía desafiarlos públicamente para demostrar que eran un fraude y lo que hacían era un simple truco de ilusión.
Por esta cuestión solía tener muchas discusiones y debates con su amigo Conan Doyle, el padre de Sherlock Holmes, quien a diferencia del famoso detective, era una apasionado creyente del espiritismo y los fenómenos paranormales.
Luces rojas está relacionada con esta cuestión, donde el director Rodrigo Cortés (entrerrado) brinda un buen film de misterio.
Se habló bastante en algunos medios de este estreno por ser la película en la que Leonardo Sbaraglia trabajaba junto a Robert De Niro.
En realidad Sbaraglia, quien fue protagonista de la ópera prima de Cortés, Concursante (2007), tiene una pequeña participación con un personaje divertido y sólo llega a compartir una escena con Cilliam Murphy, quien es el gran protagonista de esta historia.
Lamentablemente con De Niro nunca se cruza en la trama.
El film se centra en el eterno debate entre lo científico y lo paranormal y esos enemigos acérrimos que parecen ser la creencia y la razón.
Dos contendientes que en realidad son la cara de la misma moneda, ya que uno no puede existir sin el otro. Creo que el tratamiento de Cortés de estas temáticas en la trama se refiere a esta cuestión.
Durante gran parte de este film el director hace un gran trabajo creando situaciones de tensión y suspenso que se desinflan con el final que le dio a la historia y que seguramente será discutido entre los espectadores a la salida del cine.
Lo bueno de la película es que trata las temáticas paranormales desde otra óptica que no tienen nada que ver con los repetitivos filmes de terror que llegaron en el último tiempo a la cartelera.
Luces rojas se complica un poco cuando el director intenta emular a M. Night Shyamalan (segunda referencia semanal) con un giro final que te sorprende pero por las razones equivocadas.
En este caso uno hubiera esperado que Cortés cerrara el relato con un recurso menos trillado.
De todos modos, pese a que Luces rojas no está a la altura de Enterrado es una película de suspenso que brinda una buena cuota de entretenimiento.