Los Vengadores: Infinity War

Crítica de Mariano Torres - Fuera de campo

El momento llegó, y hay que hacer un balance. Todo finalmente, ¿concluye? ¿comienza a concluir? en esta última entrega, donde las sorpresas se suceden una tras otra (tranquilos: aquí no habrá spoiler que arruine la experiencia de verla en cine) y el saldo final empaqueta diez años de esfuerzo por juntar a los superhéroes más carismáticos del universo. Y a esta altura, no es secreto que decir “Universo” es lo más adecuado, puesto que Marvel no escatimó en nada a la hora de reunir a sus propiedades intelectuales más atractivas, y traspasarlas a la pantalla grande, para realmente desde ahí “romper todo”: la taquilla, la crítica (los films gozan un promedio de no menos de 80% en Rotten Tomatoes, si englobamos todo) y las ganas de seguir disfrutando de una historia conjunta que no para de crecer.

Avengers: Inifnity War difícilmente defraude a alguien, y esto se debe a algo que no suele ser bueno, que es ir “a lo seguro”, pero que aquí sostiene un mundo entero a cuestas y no permite que en ningún momento el mismo se caiga a pedazos. Toma, de todos modos, una decisión acertada y más “desafiante”, cuando elige hacer de Thanos (Josh Brolin, felizmente visible en su actuación a través de las extensas capas de CGI y maquillaje), prácticamente el verdadero protagonista. Sería bueno verificar si no es acaso quien tiene más tiempo en pantalla de esta historia, aún siendo desde su rol de villano. Los directores lo dotan de un arco dramático bien desarrollado, nutrido de motivaciones de una ética cuestionable pero coherente, y por ello más aterradora.

Hay que mencionar que Inifnity War funciona gracias al trabajo en equipo de múltiples directores, ya que si bien los hermanos Russo son quienes ponen la firma, algunos de los artífices detrás de otros personajes (James Gunn y sus Guardianes de la Galaxia, Taika Waititi y su Hulk post-Ragnarok) colaboran con el guión y se aseguran de que sus personajes no se pierdan en un maremoto de superhéroes.

No vale la pena resumir aquí el argumento, puesto que a esta altura es por demás conocido, así que nos limitaremos a decir que Thanos busca conseguir las gemas del Inifnito (esas que vimos desparramadas por las otras películas), y para evitarlo los Avengers se unen a los Guardianes de la Galaxia, entrecruzando por primera vez dos Universos hasta ahora relativamente distantes. La tarea titánica de llevar adelante una narración en extremo multiprotagonista le cae a Anthony y Joe Russo (los mismos de Captain America: Winter Soldier y Civil War), y sorprendentemente el film funciona. “Sorprendentemente”, sí, porque había una enorme posibilidad de que esto fuera apenas una reunión de consorcio más (vale recordar La Era de Ultrón como ejemplo de ello). Pero si bien Avengers: Infinity War tiene sus muchas irregularidades (era casi imposible que no las tuviese) y algunos clichés cuestionables, el saldo es más que positivo y se convierte en una de las películas más épicas de los últimos tiempos. Lejos está de ser la última de la saga, por la cual naturalmente sabremos más de estos personajes en un futuro posiblemente muy cercano.