Los Vengadores: Infinity War

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

La nueva entrega de los Vengadores consolida de manera definitiva a la dupla de directores que conforman los hermanos Russo como los reyes absolutos del universo cinematográfico de Marvel.
A través de una ambiciosa producción épica que hace historia en este género, los cineastas vuelven a demostrar que son los únicos que entienden por donde pasa la esencia de estos personajes y el espíritu de los cómics de esta compañía.
Esto no significa que sus trabajos sean inmaculados y estén libres de objeciones, pero al ver este film en particular queda la sensación que estos tipos realmente se comprometieron a trasladar de la mejor manera posible esas clásicas macro sagas de la historieta por medio de un lenguaje cinematográfico.
Infinity War es una película muy abrumadora, por la cantidad de personajes que participan del conflicto y el contenido dramático que representa un paso importante hacia la madurez en esta franquicia.
A diferencia de Capitán América: Guerra Civil donde nos encontramos con un relato aséptico que se resolvía en un galpón, en una batalla que no tenía grandes bajas, los hermanos Russo en este caso le hicieron justicia al concepto de la guerra.
Nadie sale ileso de esta contienda y el precio que pagan para conseguir sus objetivos, tanto los héroes como el villano, es enorme. La era de la estupidez en Marvel parece haber llegado a su fin, ya que tras la irrupción de Thanos en la Tierra en el futuro no quedarán muchas ganas de hacer chistes.
Un personaje que tenía una presión enorme por estar a la altura de la amenaza que se venía construyendo en los filmes previos.
Thanos tenía la obligación de salir a comerse a la cancha y lo que hace Josh Brolin con este rol es extraordinario.
No solo compone al más grande villano que pasó por este género sino que le dio una profundidad emocional que lo vuelve fascinante.
Algo fantástico de Infinity War es que la trama está narrada desde su perspectiva con una personalidad compleja que no habíamos visto en otros antagonistas de esta saga.
Ya desde la excelente secuencia inicial Thanos se apodera del film y a lo largo del conflicto tiene algunos momentos dramáticos estupendos.
Un detalle muy interesante de esta producción es que los hermanos Russo presentan una película muy equilibrada donde mantienen el concepto de cine que presentó Marvel
hasta ahora, pero sin caer en la distorsión exagerada de los personajes.
Motivo por el cual la nueva entrega de los Vengadores representa también la redención absoluta (y merecida) de algunos superhéroes que habían sido vejado por la idiotez.
El caso más relevante es el de Thor, donde Chris Hemsworth, gracias a la dirección de los Russo vuelve a retomar el personaje que estableció Kenneth Branagh en la primera película del dios del trueno.
Esto es bastante loco porque en un futuro repaso de la franquicia ese despliegue de imbecilidad que fue Ragnarok ahora queda completamente descolgado dentro de este universo de ficción.
Contra todos los pronósticos, Thor sorprende con algunas escenas fantásticas donde Hemsworth finalmente puede darle vida al héroe con toda su gloria.
Un ejemplo es una conversación solemne entre el rey de Asgard y el mapache Rocket Raccoon, que retrata a ese Thor reflexivo de los cómics en el mejor momento que tuvo Hemsworth con el personaje.
Este cambio también se percibe en algunos miembros de los Guardianes de la Galaxia como Drax, el destructor, que abandona su personalidad idiota para comportarse de un modo más equilibrado.
Inclusive en un momento hay una mención en la trama a su historia de vida trágica que sirve para recordarle al espectador de donde viene este personaje. Un perfil similar se aplicó a Mantis, quien resulta mucho menos irritante.
A no confundirse, la película tiene bastante humor y algunos diálogos son muy efectivos, pero en este caso la comedia fluye de un modo más orgánico y se utilizó para distender la tensión que prima en el conflicto central, en lugar de convertir la historia en una sitcom de televisión.
También la calidad de los chistes es un poco más decente a lo que se vio en los últimos filmes de los Guardianes y Thor.
Lo que me encantó particularmente de este film es que con toda la fatiga que presenta el género, los directores consiguieron construir un relato atrapante que inclusive sorprende con algunas situaciones inesperadas.
Infinity War te deja con ganas de ver más y el final sublime que tiene ubica a esta producción entre lo mejor de la franquicia.
En resumen, los hermanos Russo supieron estar a la altura de las circunstancias y no defraudan con una gran película que evoca las sagas épicas de los cómics de Marvel en el cine.