Los Vengadores 2: Era de Ultron

Crítica de Cecilia Martinez - Función Agotada

En el universo de Joss Whedon suele ser especialmente importante el mundo de la cultura pop. Desde mediados de los ‘90s, cuando hizo una serie como Buffy La Cazavampiros, nunca se tomó demasiado en serio el tema de los íconos y los héroes, sino que siempre intentó darle una vuelta de tuerca. Con la primera The Avengers (Los Vengadores, 2012) sucedió algo de eso y Whedon logró un tono justo porque precisamente nunca se los tomó muy en serio.

Sin embargo, algo de ese espíritu parece haberse perdido en Avengers: Era del Ultrón (Avengers: Age of Ultron). Hay un problema aparente con la cuestión de los ritmos y el tono en términos de sentido del humor. Si el sentido del humor hacía que la primera funcionara y fuera una suerte de propuesta coordinada entre todos los personajes, sin que ninguno eclipsara al otro y donde todos tuvieran su perfecto lugar, en la segunda da la sensación de que la distribución para cada uno de los personajes es forzada y no fluye del todo, lo cual termina incidiendo negativamente en la composición de cada uno de ellos.

Iron Man (Robert Downey Jr.) no es especialmente gracioso (excepto algunos one liners y el tono canchero de siempre); Hulk (Mark Ruffalo) está muy desaprovechado, más preocupado por levantarse a Scarlett (cada vez más fuerte) y domar a su ser verde que por cumplir la misión que los convoca; Hawkeye (Jeremy Renner) tiene la mejor línea de la película (junto con la de Samuel L. Jackson y los conejos católicos); sin embargo, el intento de darle más intensidad dramática termina siendo desaprovechado ya que se le regala una subtrama carente de cualquier tipo de interés o derivación lógica. Thor (Chris Hemsworth) no está demasiado lejos de eso; en la primera, por lo menos tenía un poco más de complejidad narrativa, en especial por el vínculo con Loki, ausente en este caso (cómo se lo a extraña a Loki). El Capitán América (Chris Evans) está un poquito más avispado o, por lo menos, es capaz de reírse de su propia pacatería.

A esto se suma la aparición de un nuevo héroe (Vision, interpretado por Paul Bettany), que se va a coordinar con otros nuevos héroes que van a aparecer a futuro; inicialmente daba la sensación de que Vision iba a tener una incidencia trascendental pero finalmente no la tiene. Quienes sí toman un rol más central en esta entrega son los gemelos Pietro y Wanda/Quicksilver y Scarlet Witch (Aaron Taylor-Johnson y la hermosa y escotada Elizabeth Olsen; cada vez más pechos en esta saga), con poderes telequinéticos y físicos extraordinarios, capaces de doblegar por un rato a nuestros vengadores llevándolos al pasado.

Esos flashbacks operan como una suerte de ilustración de la historia (al estilo Watchmen), pero ninguno parece mostrar demasiada complejidad. En este sentido, uno podría pensar que una película como Avengers: Era de Ultrón está más cerca de Superman 3 (Richard Lester, 1983), donde se tomaba con sentido del humor la cuestión de qué es ser un súper héroe, a la vez que se indagaba sobre ciertos costados oscuros. Sin embargo, acá esa oscuridad nunca termina de aparecer, y las historias están un poco teñidas de ciertos lugares comunes, en especial la de Black Widow. El resultado, entonces, termina siendo un tanto problemático y da la sensación de que estamos frente a personajes no abandonados a su suerte pero sí que no fluyen del todo.

En Avengers: Era del Ultrón la oscuridad nunca termina de aparecer y las historias están un poco teñidas de ciertos lugares comunes.
Por otro lado, hay escenas que funcionan muy bien, como las que involucran procesos o introducciones a situaciones de lucha, donde la coordinación genera un efecto cinético que hace que la película en algunos puntos avance muy bien y en otros se sienta excesivamente larga. Eso también tiene su correlato en el problema de hacia dónde la película puede llegar a ir. Así como la primera generaba una perspectiva sobre cómo podía llegar a ser la segunda, ésta no necesariamente da demasiadas pistas respecto de la tercera y eso tampoco parece demasiado relevante.

En este punto, lo que sucede con los personajes crece mucho más en cada una de las películas por separado que en el marco de los Avengers, y ese es el principal problema con el que los hermanos Russo (Whedon les deja su lugar) se van a encontrar en la tercera: cómo darle credibilidad a estos personajes en el marco de los Avengers y, al mismo tiempo, cómo darles riqueza. En ésta, no habría sucedido del todo.

Sin embargo, la película es muy entretenida y siempre es lindo volver a ver a nuestros queridos Vengadores juntos luchando para salvar al mundo. Y a nuestras queridas Vengadoras que, además de sus armas letales, tienen otras dos grandes herramientas para doblegar a los hombres y a la humanidad.