Los Vengadores 2: Era de Ultron

Crítica de Agustina Tajtelbaum - Toma 5

El gran desafío

Algunas veces ciertos eventos cinematográficos vienen con un paquete de expectativas tan grandes que puede resultar intimidante. No sólo desde su cumplimiento en taquilla, sino en mantenerse fiel a un grupo de fans tratando también de crear nuevos. Y cuando las condiciones del lanzamiento de una película son tales, estar a la altura de estas expectativas se vuelve no sólo un desafío sino una obligación. Pero no se preocupen, “La Era de Ultron” pasó la prueba con honores, y Joss Whedon nos demuestra por qué es el amo supremo del Universo Cinematográfico de Marvel.
Sin dejarnos ni un momento de respiro, la película empieza desde bien arriba con una secuencia en la que los Vengadores buscan recuperar el cetro de Loki de las manos del Von Strucker. ¿Se acuerdan la escena post créditos de Capitán América y el Soldado del Invierno? Y enseguida nos introducen a las nuevas incorporaciones del UCM: los gemelos Maximoff. Es un gran mérito que cuando pensábamos que el equipo estaba cerradito con moño y todo, puedan introducir nuevos personajes. Y lo bien que lo hacen, con historia y emocionalidad pero sin que resulte excesivo, aplausos.
Por otro lado, también es mérito profundizar a los héroes que ya conocemos. Por primera vez, vemos más en su interior. Podemos escarbar bajo la superficie de sus orígenes, sus miedos, y todo eso que se esconde detrás de esa fachada de héroes. Y esto es especialmente notorio en Ojo de Halcón (Jeremy Renner), un personaje que siempre fue bastante secundario pero que ahora pasó a las grandes ligas. Lo mismo puede decirse de la Viuda Negra (Scarlett Johannson). Y esto es importante, porque no tienen películas individuales y nos merecemos saberlo todo de ellos.
Esta labor introspectiva de cada uno de los Vengadores viene acompañada por un tono general más adulto de la película respecto a la primera entrega. Gana en seriedad y le viene como anillo al dedo, vemos unos superhéroes más maduros y con conflictos internos. Incluso los miedos que nunca esperamos de Iron Man (Robert Downey Jr.), o los que todos conocían –pero nadie mencionaba mucho– de Hulk (Mark Ruffalo). Y hace todo esto sin perder el humor tan característico de Marvel. Si bien se criticó esto, es necesario oxigenar la tensión que nos trae sabernos en un planeta al borde de la destrucción.
Hablemos ahora del villano, Ultron (James Spader). Me incomodó un poco porque sus justificaciones son muy lógicas, al menos al principio. No es la primera vez que Whedon juega con la línea que separa los héroes de los villanos, pero esta vez se encuentra especialmente bien manejado. Crea picos de tensión que nos hace preguntarnos más de una vez cómo son las cosas. Uno puede hacer algo horrible con la mejor intención, ¿no? Eso es siempre intrigante. Y por supuesto no podemos dejar de mencionar al elefante en la habitación, el secreto mejor guardado de esta película: Visión (Paul Bettany). Con una introducción más que impecable y un poder apabullante, siguiendo con el mismo juego, estaremos gran parte del tiempo preguntándonos si Visión es bueno o es malo. Pero es sin duda es impresionante y dejará boquiabierto a más de uno.
El guión de Whedon no deja ni un solo cabo suelto ni peca de previsible. El tire y afloje en la línea entre buenos y malos le da un punto extra al compararla con otras entregas del UCM. Ahora hay temas que no están explicitados y la resolución se vuelve menos obvia por lo que fuerza al espectador a quedarse pensando un poco más.
Además, deja cada jugador en su posición para el próximo partido: “Infinity War” (2018 y 2019), que promete ser la convergencia entre todo lo que las diferentes entregas vienen anticipando. Como quien no quiere la cosa, ya vimos cuatro de las seis Gemas del Infinito, y es seguro que sabremos más de ellas antes de 2018. Pero no nos adelantemos tanto. “La Era de Ultron” superó las expectativas y dejó la vara muy alta para la próxima. Sencillamente es fantástica.

Agustina Tajtelbaum