Los últimos románticos

Crítica de Manuel Otero - MiráEstaPeliYa

Perro y Gordo. Juan Minujín y Néstor Guzzini. Ellos son los protagonistas de esta historia prometió mucho pero le terminó faltando sustancia para terminar de conquistar. Perro y Gordo viven en un pequeño pueblo costero casi deshabitado, cuidando casas de europeos que vienen a pasar el fin de semana, plantando marihuana para vender, pero siempre con las ganas de "pegarla" con guión cinematográfico escrito por los dos. Un nuevo y bastante particular inspector de policía llega al pueblo, mientras que Perro y Gordo dan con una oportunidad inesperada... Y no la dejarán pasar.
Esa es la interesante premisa de la cinta co-producida por Argentina y Uruguay, dirigida por Gabriel Drak ("La culpa del cordero"). Es difícil encasillar a la cinta dentro de un género y éste es uno de los principales motivos por los que no termina de alcanzar su máximo esplendor. Por las personalidades de los personajes principales y la trama, cualquiera podría pensar en una comedia negra al estilo de los hermanos Coen (de hecho, hay una referencia a "Sin lugar para los débiles" al comienzo del film). Sin embargo, si bien hay momentos graciosos, es un recurso que podría haberse explotado mucho más. En contraposición, por la música, algunos planos y ciertos puntos de tensión, uno piensa en un thriller, porque está filmado y narrado como tal. Pero tampoco llega a tener el peso necesario que debería tener para serlo. Es esta ambivalencia que la que dificulta la conexión o el pacto del espectador con la película. Quizá hubiese sido preferible inclinarse totalmente a un solo género, o más humorístico, o con mayor carga dramática.
Más allá de la cuestión del tono de la película, es resaltable la historia que se cuenta. Porque es arriesgada y propone muchos giros. Porque los personajes están bien armados. Y, fundamentalmente, porque siempre mantiene a la audiencia esperando a ver cómo se resuelve todo. Desde lo técnico, la música es efectiva, y lo más destacado es la ambientación, que nos otorga con gran facilidad esa sensación de pueblo desolado; incluso sirve para entender más a las características de los personajes. Aunque no sean muchos, los secundarios también cumplen su papel, acompañado de aceptables actuaciones de todo el reparto.
"Los últimos románticos" es una película que, en contra de ella misma, deambula entre la comedia y el drama; de todas formas, propone una historia interesante, atrapa al espectador y sorprende con algún que otro giro bastante arriesgado pero bien ejecutado.
Puntaje: 6/10

Manuel Otero