Los tres chiflados

Crítica de Daniel Garabal - Clave Noticias

Nuevos actores, el inefable humor de siempre

Varias generaciones nos hemos reído y divertido con el trío cómico más famoso de la televisión. Quién no se divirtió con el pique te ojos, o los golpes de cabezas de esos actores maravillosos que con sus personajes fueron unos de los fundadores del humor físico. Quizás por todo esto es que se espera con tanta expectativa esta nueva versión de “Los 3 chiflados”.

Era muy difícil imaginarse a otros actores que no fueran los Moses Howard (Moe), su hermano Jerry Howard (Curly) y Louis Fineberg (Larry). Fueron muchos años (aún hoy se emite por TCM) de verlos, de almorzar o merendar riéndonos con ellos. La única garantía que había que este proyecto de llevar al trío a la pantalla grande es que detrás estaban los Hermanos Farrelly que de ese tipo de humor saben bastante.

Los Farrelly respetaron a rajatabla las personalidades e incluso los sonidos de los golpes de la original, los sentimientos y la pureza de corazón de los personajes. Para eso presentan el film como si fueran tres capítulos de “Los tres chiflados” donde Moe, Larry y Curly tendrán que salir del orfanato donde vivieron toda su vida para conseguir u$s 830.000 para salvar dicho hogar. Como siempre se verán envueltos en situaciones que los llevaran a estar en medio de un complot de asesinato. Hay imágenes y escenas que nos hacen volver a verlos y algunas que, siguiendo su forma de ser, son realmente fantásticas, como un gag en la nursery de un hospital. Los actores que tuvieron que cargar con el peso de representar a semejantes personajes cumplen con creces divirtiendo de principio a fin.

Indudablemente el que más sorprende por su parecido, no solo físico, sino en cuanto a gestos es Will Sasso haciendo de Curly. Esta vez los Farelly hicieron un film netamente para que se divierta toda la familia, desde el más chico al más grande, como era entonces y como, gracias a este film, es ahora.