Los senderos de la vida

Crítica de Rodolfo Bella - La Capital

La infancia en Seúl, como en cualquier lugar del mundo, es una etapa complicada. Más aún cuando se trata de dos nenas con una familia deshecha. Primero las abandona el padre y después la madre. Así, las chicas terminan viviendo primero con una tía que las acepta a desgana en su casa. La mujer termina hartándose y las lleva a la casa de campo de sus abuelos. En esos dos cortos tramos de su vida las niñas, Bin y Jin, conocerán la dura experiencia del abandono, y el significado de las palabras mentira y maltrato. Hasta que su abuela, una anciana campesina que vive de su trabajo en una pequeña granja les enseñará a su manera simple y profunda una nueva forma de cariño y de vivir que va más allá de egoísmos y carencias materiales. Con pocos elementos la directora construye un pequeño filme bien narrado y contundente en su simplicidad