Los reyes

Crítica de Walter Pulero - Cinergia

La propia forma de existencia

Fútbol es un viejo perro mestizo y Chola una joven labradora. Durante toda la película la cámara de Pablo Valdes los sigue sin perderlos de vista, mientras se tiran a descansar a la sombra, juegan en el parque o se resguardan de la lluvia. El director se preocupa por filmar cada detalle de sus dientes, hocicos, patas y colas, lo que nos lleva a empatizar con los protagonistas.

Los ruidos y silencios que vamos a escuchar proviene de los humanos que pasean por el parque, quienes intercambian palabras acerca de sus vidas y sus hábitos, sobre todo charlas acerca de la marihuana. La película no cuenta con música, pero radican en el diseño de sonido de Janis Grossmann y Roberto Espinoza los detalles y la atmósfera que se construyen alrededor de la trama y se complementa con la mirada desde la perspectiva de los perros que el director nos intenta mostrar.

Los Reyes es un documental poco convencional, que por momentos también presenta algunas situaciones cómicas, derivadas de la propia gracia de los animales, y juega con el espectador para seguir el ritmo del relato.