Los relocalizados

Crítica de Juan Pablo Russo - EscribiendoCine

Donde va la gente cuando llueve

A finales de los años 80 Darío Arcella codirige junto a Luis Campos Warnes Aparte (1991), un documental centrado en cómo era vivir en el llamado Albergue Warnes, los restos de un mega emprendimiento ideado por el ex presidente Juan Domingo Perón junto con su ministro de salud, Ramón Carrillo, para construir el hospital de pediatría más grande de Latinoamérica. En medio de su edificación el proyecto queda trunco tras la llamada Revolución Libertadora y la mole de cemento sin terminar fue habitada por miles de familias que carecían de una vivienda.

Durante el menemismo y tras un fallo judicial se dictamina que el predio en que se encontraba el edificio inconcluso debía ser devuelto a la familia de origen. El albergue es demolido y sus habitantes llevados al novísimo barrio Ramón Carrillo, construido en menos de seis meses sobre un antiguo basural y con una campaña mediática que lo vendía como si se tratase de uno de los tantos barrios que empezarían a emerger para terminar con la problemática habitacional. Pero la realidad se encontraba demasiado lejos del ideal. Ramón Carrillo no fue el barrio perfecto y la vivienda sigue siendo un problema para gran parte de la población.

Veinte años después Arcella realiza una proyección de aquella mítica película en el barrio donde ya nada tiene que ver con aquel paraíso que los medios habían vendido. La construcción improvisada de las viviendas no tardó en mostrar sus falencias y los problemas no se hicieron esperar. El pasado y el presente se funden en un debate entre viejas y nuevas generaciones que da origen a un taller de cinematografía cuyo resultado final es Los Relocalizados (2016), un film que retrata la vida de mucha de esa gente un cuarto de siglo después.

El documental es un proyecto colectivo que va en concordancia de lo que propone: la diversidad de miradas sobre una misma comunidad. Los testimonios de quienes lo habitan ofrecen un panorama sobre la situación actual de un barrio que terminó siendo la sombra del viejo edificio. Durante la primera parte del film se trabaja sobre la idea de los paralelismos entre unos y otros, marcando semejanzas y diferencias, mientras que en la segunda entran en juego las conductas humanas, centrando el relato en el caso de Brian, un joven asesinado en circunstancias confusas.

Los Relocalizados no hace otra cosa que exponer el problema habitacional que viven millones de argentinos y como en vez de encontrar soluciones, los gobiernos lo disfrazan con fachadas de barrios modernos mientras por dentro todo se cae a pedazos. Derrumbe que no solo es material sino humano y por transición directa se torna social.