Los que vuelven

Crítica de Rodolfo Weisskirch - Visión del cine

Luego de su paso por el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, en la Competencia Argentina, Los que vuelven, de Laura Casabé, se estrena en Cine.Ar TV y Cine.Ar Play.
Esta crítica fue escrita para la cobertura del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata de 2019.

Los que vuelven, de Laura Casabé, es una atrapante obra que indaga en el tema de la maternidad, a través del cine de género. En esta oportunidad, la directora reversiona su cortometraje La vuelta del malón y lo lleva a la selva misionera, donde conviven diferentes culturas.

Con cierta reminiscencia a la narrativa de Quiroga, la directora le da identidad y una vuelta de tuerca al género de zombies. Esta vez con una impronta política relacionada al exterminio y la esclavitud que el hombre blanco imponía a principios del siglo XX sobre los pueblos originarios. Julia (María Soldi), la esposa de un terrateniente (Alberto Ajaka), es testigo de cómo la selva se quiere llevar a su hijo. Mucho más no se puede decir porque la película depara estructuralmente más de una sorpresa. La creación de atmósferas y climas es notable. La fotografía, montaje, sonido, efectos especiales y maquillaje se aúnan para que el espectador entre en esa geografía hostil y misteriosa.

La convergencia de leyendas y mitos rurales con la crítica sociopolítica acerca de una sociedad dominada por el patriarcado y los terratenientes que usurparon tierras, explotando recursos económicos con fines capitalistas, convergen en un relato inteligente que, a través de la fantasía, metaforiza el estado actual de la sociedad. Lo que narra Casabé es una radiografía contemporánea que nos lleva a reflexionar que la expropiación de los recursos naturales y a los pueblos originarios, el abuso de los hombres sobre las mujeres, no son temas de cien años atrás. Por otro lado, y de manera también simbólica, se puede leer una connotación implícita sobre el secuestro de hijos y bebés de desaparecidos durante la última dictadura.

Envolvente, meticulosa en su factura técnica, quizás un poco solemne, y sobre todo muy climática, Los que vuelven es un trabajo magistral de una de las realizadoras más prometedoras del cine nacional contemporáneo.