Los que vuelven

Crítica de Maximiliano Curcio - Revista Cultural Siete Artes

“Los que Vuelven” tiene sus génesis en el cortometraje rodado en 2010, titulado “La Vuelta del Malón”. Convertido en película, fue desarrollado tomando elementos propios del monte misionero para trazar una película de género fantástico, que fusiona el melodrama histórico, anclándose en un imaginario 1930. Relatándonos el devenir de una familia para la cual trabajan un grupo de mensúes, la directora Laura Casabe rompe la linealidad argumental y convierte a la historia en una suerte de ‘caja de muñecas’ de intriga, trabajando con el punto de vista y la noción de saber, en la focalización del espectador, resignificando ideológica y narrativamente lo contado al inicio. Al correrse tangencialmente del realismo narrado, la selva y su fuerza natural (también su incertidumbre climática) se convierte en un protagonista extra, donde los espíritus que la albergan se posicionan como elementos extra del relato. Un viaje sensorial, hipnótico, que sumerge al espectador en una atmósfera que se apoya en Leo Martinelli, creador de sonoridades e instrumentos propios de la zona que, en su uso, generan el tipo de sensorialidad necesaria a la propuesta. Asimismo, podemos observar una fotografía contrastada, que revela una selva lluviosa e interiores oscurecidos, en búsqueda del relato realista de época que representa, quizás inspirados en los climas lumínicos de algunas pinturas de Ernesto de la Cárcova.