Los pibes

Crítica de Germán Morales - Proyector Fantasma

La mirada indiscreta
El semillero del fútbol argentino. Eterna cantera llena de alegrías y proyectos de cracks. Ni hablar cuando se menciona a Ramón Maddoni, son palabras mayores. Actualmente, el “descubridor” del famoso club Parque trabaja para Boca, junto a Horacio García, Diego Mazzilli, Hugo Perotti y Norberto Madurga. Para los que no lo conocen a Ramón, en su haber tiene cracks como Riquelme, Tévez, Sorín, Cambiasso, y un largo etcétera.

Los actuales cazatalentos del club de la ribera son protagonistas del documental, “Los Pibes”, dirigida por Jorge Leandro Colás, que muestra en primera persona y de forma muy directa, la lucha de los jóvenes, los pibes, por llegar a la primera división y triunfar en el fútbol internacional.

La elección de Colás fue muy acertada al exhibir los testimonios sin voz en off y sin intervención dentro de los planos. Esa forma de encarar la narración, directa por parte de los protagonistas, produjo diálogos muy honestos y reconocibles para cualquier futbolero.

Muchas de las frases y los intercambios de los chicos o de los reclutadores de Boca, son puro sentido común del fútbol de inferiores, como también algunas internas y picas existentes que se pueden dar. El robo de jugadores, la ilusión de los padres, la disputa entre clubes, el agradecimiento de los consagrados con sus “descubridores”, la necesidad de continuar los estudios, la sobrepoblación de habilidosos y escasez de defensores son cuestiones que los futboleros intuimos, pero que aquí se ven con mucha honestidad y sin filtros.

El sonido ambiente y los gritos de fondo, el verde que prima y los escenarios elegidos muestran las distintas facetas del scouting futbolero, que va desde la villa 1-11-14, a clubes del interior y la misma casa amarilla.

No se trata de una reflexión sobre las histerias, las rivalidades, la esperanza de lograr la salvación económica y el caos del fútbol argentino, sino de un testimonio directo y simple. Por eso brilla, por mostrar la picardía futbolera fuera de la cancha. Por suerte, además, deja de lado los peores enemigos de los pibes que quieren jugar al fútbol, los padres.

Tampoco se trata de presentar a los célebres cazatalentos de Boca exhibiendo su talento y sus amplios conocimientos del fútbol de inferiores. Es una lupa desde adentro del césped y dejando de lado las sobreexpuestas luces de primera.

Por eso, el ritmo del film (no por casualidad) está lejos del dinámico y vertiginoso fútbol actual. Porque el fútbol de inferiores no deja de ser una jungla en la cual caen muchos y llegan pocos. Porque, como dos chicos discuten en un plano de la película, “Los Pibes” se mantienen lejos del resultado numérico y cerca de la calidad de los testimonios.