Los padecientes

Crítica de Micaela Robles - Cuatro Bastardos

Los Padecientes: Las mentiras que esconde la verdad.
La película Los Padecientes llega a todos los cines nacionales este jueves 27 de abril con una historia atrapante y cautivadora de principio a fin, que persigue el arduo deseo de saber la verdad y los macabros secretos que se esconden detrás.
El director de “Próxima salida” y “Horizontal/Vertical”, Nicolás Tuozzo, presenta este año “Los Padecientes”, película basada en el libro homónimo de Gabriel Rolón y que llegará mañana a todos los cines nacionales con una historia que encierra dolor, calvario y angustia.
“La verdad late silenciosa”… con esa frase comienza el film, expresada en voz en off por Benjamín Vicuña, quien interpreta a Pablo Rouviot, un reconocido psicoanalista que recibe a Paula Vanussi; la joven, perteneciente a una familia de clase social alta, sorprende al doctor con el pedido de ayuda para demostrar que su hermano Javier es inocente frente al delito al que se lo acusa: haber matado a su padre Roberto, un exitoso empresario.
Al momento de tomar una decisión, el especialista cruza con sospechosas personas que buscan convencerlo de que no acepte el caso. Lo que parecía fácil se convierte en un misterio; ¿Quién es realmente Vanussi? ¿Por qué ayudarlos?, son alguno de los interrogantes que atraviesan al doctor.
Entonces, poco a poco, Rouviot va descubriendo una historia repleta de secretos, muerte y mentiras. Justamente, la mansión de la familia Vanussi demostraba todo eso y más: un espacio tan grande y frío para sólo tres hijos refleja la angustia y dolor que podía sentirse en el hogar.
Por un lado estaba Javier; el joven que sufría de delirios psicológicos y trastorno de personalidad que lo hacían sospechoso del crimen. Sin embargo, lo primero que expresó para referirse a Roberto fue: “Yo lo amaba”. Por otro lado, también estaba Camila, la más pequeña de la familia, y quien nunca quería hablar de su padre ni de su muerte.
Por último estaba Paula, la joven que quería terminar el caso lo más rápido posible para no saber nada más del tema. Ante este panorama, en una mezcla de sospechosos, sólo podía verse víctimas. Desde la mirada externa eran “los ricos”, “los lindos”. Pero de las puertas para adentro su vida era totalmente diferente.
Cada vez que Rouviot investigaba y se acercaba al hecho, más riesgo significaba: las amenazas, la paranoia y el miedo comenzaron a ser protagonistas de su día a día. Y no sólo a él, sino que su entorno comenzó a correr peligro, por lo cual reiteradas veces tuvo que preguntarse si debía seguir. A pesar de las dudas, no pudo dejarlo: llegar a la verdad era lo más importante para él, por lo que siguió hasta el final.
En todo este proceso, hubo un eje fundamental en los que se encontraba reflejado la angustia de la familia: las obras de arte. Con preponderancia de tonos rojos, negros, marrones, representaban imágenes sombrías que daban idea de la terrible situación que el caso escondía detrás. “La verdad, tan deseada y tan temida”, finaliza diciendo Vicuña nuevamente en voz en off, una frase que resume gran parte de la trama que concentra encubrimientos y mentiras.
Con un gran trabajo de música, montaje y fotografía, la producción del film permitió dar el tinte justo de suspenso a la historia macabra, hasta con rasgos terroríficos que generaban que el espectador acompañe el dolor de los protagonistas.
Sin embargo, el único detalle que generó dudas fue el guión, el cual estuvo al límite de lo real, ya que por momentos pecaba de ser demasiado literario y llegaba a parecer inverosímil, en el sentido de estar lejos de la forma usual de hablar de las personas.
Más allá de eso, la película tuvo todos los condimentos bien combinados para ser un gran film, con buen nivel de actuación e incluso trabajos destacados, como fue el caso de Ángela Torres o Nicolás Francella, dos actores que, aunque recién están comenzando su camino cinematográfico, prometen y mucho.
Como si fuera poco, el film va mucho más allá, ya que el caso representa una cuestión sociológica y psicológica que puede apreciarse en la realidad. Desde el aspecto social, los asesinatos y la perversión inundan las ciudades con horror y temor. Pero también, la duda de confesar, de revelar secretos, el miedo, es un hecho psicológico que ocurre con muchas personas, según confesó el autor del libro Gabriel Rolón.
La realidad es que Los Padecientes presentará este jueves una impactante historia bien realizada que demuestra el enorme potencial del cine nacional.