Los padecientes

Crítica de Jessica Blady - Malditos Nerds - Vorterix

UN PSICÓLOGO A LA DERECHA

Crímenes, partuzas y muchos quilombos psicológicos.
La exitosa novela de Gabriel Rolón llega a la pantalla grande de la mano del director Nicolás Tuozzo (“Próxima Salida”). Marcos Negri, Tuozzo y el mismísimo Rolón se encargan de adaptar este thriller psicológico protagonizado por Benjamín Vicuña, Eugenia Suárez, Pablo Rago, Nicolás Francella, Ángela Torres y Justina Bustos, entre otros.

Pablo Rouviot (Vicuña) es un prestigioso psicólogo al que le cae un caso muy particular. Paula Vanussi (Suárez) le pide que declare inimputable a su hermano Javier (Francella), aparentemente, causante del asesinato de su papá, un poderoso empresario. El joven se encuentra internado en una institución mental, bastante confundido sobre los hechos de la noche en cuestión. A medida que avanza en su análisis, y la investigación, Rouviot comienza a sospechar de su culpabilidad y los verdaderos secretos que se esconden en la familia Vanussi.

“Los Padecientes” es un thriller hecho y derecho que nos va mostrando diferentes puntos de vista, pero se siente demasiado inverosímil (y claro, predecible por momentos) desde las actuaciones y modismos de los personajes. Rouviot es más Sherlock que psicólogo, capaz de analizar a una persona con sólo observar su ambiente de trabajo. Un profesional que decide buscar la verdad a toda costa, y ni siquiera sabemos por qué.

Tuozzo va y viene en el tiempo, mostrándonos la sordidez de la familia Vanussi, metiendo algunos personajes que se desvanecen en la historia, ya que no les dedica pantalla suficiente para desarrollarlos o darles la debida importancia. Esto va obstaculizando una narración, de por sí densa, que todo el tiempo amaga con cruzar sentimentalmente a los protagonistas; un juego que puede funcionar para los tabliodes, pero no para la trama de esta película.

Ojo, “Los Padecientes” tiene una premisa interesante, aunque nada que no hayamos visto en clásicos del film noir o películas más recientes como “La Dalia Negra” o “Los Hombres que no Amaban a las Mujeres”, pero la historia sería más eficaz en manos de intérpretes más capaces, carismáticos y verosímiles, lo siento.

Los realizadores impregnan su historia con personajes machistas y misóginos. Las mujeres sólo pueden ser “lindas”, “hermosas” y “preciosas” pero, al parecer, nunca son tildadas de “inteligentes”, ¿en serio? Claro que son todas lindas, pero no hace falta recalcar esto cada cinco minutos.

Casi desde el primer momento, intuimos por dónde viene el problema y ya no queda mucho a la imaginación del espectador. Las situaciones y personajes se ven tan forzados que la trama no fluye como debería, y si vamos a ser sinceros, la única actuación que no apesta es la Pablo Rago.

Tuozzo tiene buenas intenciones, pero se preocupa mucho más por lucir a su pareja protagonista que por crear un verdadero clima de misterio para este policial que nos llena la cabeza de análisis psicológicos, pero muy poco, poquísimo, peso narrativo.