Los indestructibles 2

Crítica de Alejandro Franco - Arlequin

Los Indestructibles 2 es una película horrible. Ciertamente no pretendo que esto sea Bergman pero al menos podrían haber armado la cosa con un poco más de inspiración e inteligencia. La idea era montar un gran circo con las glorias del cine de acción de los 80 y 90, y al menos hay que reconocer que el filme funciona cuando llegan las balaceras; pero - cuando los disparos cesan y estos gerontes tienen que hablar - uno rechina los dientes. Los diálogos son espantosos, los chistes están metidos con calzador y se caen de obvios, y la credibilidad de toda la historia marca un rojo de menos 100. Hubiera sido mejor que le hubieran sacado todo el proyecto a Stallone (que acá oficia de guionista) y se lo hubieran dado a un libretista mas experto. Al menos Los Indestructibles 2 no hubieran culminado como un catálogo de obviedades protagonizado por una caterva de sesentones pasados de arrugas, tinturas y malas cirugías.

No lo niego, la película tiene momentos divertidos. La acción está bien coreografiada y se puede seguir, y la química entre Stallone y Statham es formidable, pero el resto ya es discutible. Acá toda la trama parece un reciclado de El Pacificador (y alguna que otra correría de James Bond), con mercenarios persiguiendo a otros mercenarios que se robaron un cargamento de plutonio. En el medio hay drama de cuarta: en un momento Liam Hemsworth se despacha con un monólogo (muy en la onda de aquel que disparaba Mickey Rourke en la película original) sobre por qué abandonó el ejército para hacerse mercenario. Mientras que Rourke armaba un speech que parecia salido de un filme candidato al Oscar, la parrafada de hemsworth es para revolcarse de risa por su carga de ridiculez. Al tipo le mataron el pelotón en Afganistán y para colmo le liquidaron el perro en la base militar donde estaba asentado. ¿Cómo no llamaron a Meryl Streep para una secuencia tan profunda?.

Por supuesto la credibilidad de todo el meollo es inexistente. Esta gente entra y sale de Rusia como si la frontera tuviera puertas giratorias, y asesinan a cientos de tipos sin que aparezca siquiera un gendarme. Cuando hay una refriega fea, aparece algún geronte como exterminador invitado, sea Chuck Norris, Arnold Schwarzenneger o Bruce Willis. En particular las escenas con Norris resultan notablemente descolgadas: no comparte ningún plano con alguno de los estelares de la troupe principal, y pareciera que todo está rodado después que terminaron el filme, poniendo algunos dobles de espaldas. Si Norris se enfermaba, podrían haber hecho lo mismo con Steven Seagal o Guillermo Francella.

Pero si esto es bizarro, esperen a ver la tonelada de malos chistes y referencias obvias que Stallone pergueñó de su sesera. "Ahora... ¡voy a regresar!" dice Schwarzenegger en un momento... hasta que Willis lo frena y le dice "Pará!. Vos ya regresaste demasiadas veces". "Yipi Kayei, maldito!" le replica el Arnold. Qué pieza de literatura inspirada, por Dios.

Ciertamente Los Indestructibles 2 es una tipica película ochentosa rodada treinta años después de la época en que estaba de moda. Imaginen Comando, pero hecha con jubilados. El problema es que todos se ven demasiado viejos y deformes - increiblemente Stallone es el que más zafa de los veteranos, pero Schwarzenneger está demasiado flaco y anciano, y el resto está excedido de tinturas y mal botox -, y eso arruina un poco el show. Por supuesto mantienen su carisma intacto pero, por otra parte, uno piensa si todo este espectáculo no lo podrían haber armado un poco mejor, meténdole un poco más de neuronas y originalidad. Así como está parece una pelea de exhibición de veteranos boxeadores, quienes conservan las mañas pero que son incapaces de resistir un asalto frente a un combatiente más fresco. Lo que vemos es el show de una troupe de viejas glorias... lo cual, por momentos, se acerca demasiado a una exhibición circense de fenómenos.