Los Indalos

Crítica de Martín Chiavarino - Metacultura

Sosteniendo el arcoíris

Los Indalos (2019) realiza un recorrido por la historia de tres generaciones de una familia que desde la Guerra Civil Española emprende un camino revolucionario que los llevará por Francia, España, Argentina y Nicaragua en una odisea por transformar el mundo con el eje en la libertad revolucionaria que se convierte en el presente en una lucha por la justicia.

A través de la figura de Aurora Sánchez Nadal, hermana de Roberto Sánchez y madre de Iván Ruiz, dos combatientes del Movimiento Todos por la Patria, capturados tras la toma del regimiento de La Tablada en enero de 1989 y asesinados posteriormente por el ejército, el documental de Gato Martínez Cantó, Santiago Nacif y Roberto Persano reconstruye el periplo de la familia desde la migración del padre de Aurora a Argentina tras el fin de la Guerra Civil y el comienzo de la Segunda Guerra Mundial hasta la temprana militancia de Roberto Sánchez en el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), la fracción armada del Partido Revolucionario de los Trabajadores, liderada por Roberto Santucho y Enrique Gorriarán Merlo, pasando por el breve exilio de la familia en Francia y la mudanza definitiva a Nicaragua en 1979 para combatir a favor de la novedosa Revolución Nicaragüense liderada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional.

Con entrevistas a Aurora Sánchez, a su hija Maira, al hijo de Roberto, Leandro, al periodista y director de la revista y el proyecto editorial Sudestada, Hugo Montero, a la militante del Movimiento Todos por la Patria, Dora Molina, y a compañeros de Iván Ruiz en las milicias sandinistas, el documental reconstruye la alegría y el compromiso revolucionario de una familia que se explaya a través de un sinnúmero de emociones que van desde el llanto a la risa, pasando por la algarabía y la rabia en un concierto de sensaciones vibrantes y conmovedoras.

Mediante imágenes de archivo y entrevistas que incluyen la palabra del fotógrafo Eduardo Longoni, Los Indalos recrea la toma del cuartel de La Tablada y la represión desmedida y el ensañamiento de un ejército que no terminaba de aceptar su rol en la vida democrática con imágenes muy duras que tuvieron en vilo al país durante veinticuatro horas, para finalmente adentrarse en el juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos por el ejército contra los militantes asesinados.

El film también sigue a Aurora y a su hija Maira en un viaje a Europa para emprender un ejercicio de memoria familiar que las lleva por Valencia, Terragona, Girona, Argelès-sur-Mer, París, Barran y Lasserade con el objetivo de buscar los rastros y los lugares que marcaron a la familia, generando un vínculo emotivo muy fuerte entre madre e hija.

Para Aurora, el Indalo, el símbolo de la provincia y la ciudad de Almería, en Andalucía, que representa una figura rupestre ibérica del Neolítico que sostiene el arcoíris y se cree que protege de los malos espíritus, simboliza a su hermano y a su hijo, que la resguardan desde su ausencia, imagen rescatada por los directores como figura retórica que representa todo el movimiento por la libertad y la lucha por los derechos humanos.

La vida en Nicaragua, las imágenes de archivo, las hermosas playas y las emotivas imágenes son acompañadas por la alegre música de Nicolás Esperante en un documental que recupera la memoria de los militantes revolucionarios asesinados, sus sueños y su anhelo por un mundo mejor, quimera eterna que hoy sigue tan vigente o más que ayer.