Los imprevistos del amor

Crítica de Fernando Sandro - El Espectador Avezado

La amistad entre el hombre y la mujer, los amigos que son los únicos que no se dan cuenta que hay algo más entre ellos. Uno de los tópicos más transitados de la comedia romántica desde los tiempos de Doris Day y Rock Hudson pasando por las preferencias clásicas de Nora Ephrom. "Los imprevistos del amor" vuelve sobre ello sin buscar demasiada originalidad, pero sin embargo, pese a todos los pronósticos, logra destacarse.
Adaptando el best seller de Cecelia Ahern “Donde termin el Arco iris” – el cual no puedo analizar la fidelidad respecto al original, pues no lo he leído -, el film dirigido por Christian Ditter (con experiencia en TV y films de tono infantil) nos cuenta la historia de Rosie y Alex. Ellos son mejores amigos desde la infancia, tienen una barrera negadora para dar el próximo paso aunque la atracción mutua es obvia.
Cuando llegan a los 18 años, ambos acudirán al baile de fin de curso, pero cada uno con parejas diferentes por razones que el film irá desentrañando. Esa noche, mientras Alex prueba con “la linda del colegio”, Rosie termina en la cama con el tonto galán… que accidentalmente la embaraza (y lo de accidentalmente, créanme, es cierto).
De ahí en más, el curso de ambas vidas tomará rumbos distintos, Rosie ya no podrá acompañar a Alex de Londres a Boston, pero tampoco le notificará en un principio de la gran noticia; mientras estudia medicina en Harvard, ella tendrá que decidir qué hacer con lo surgido. Al modo de "Cuando Harry conoció a Sall"y, "Los Imprevistos del amor" se irá narrando a través de distintos encuentros y desencuentros a lo largo de doce años, siempre con la comunicación por distintos medios en el eje central.
Por supuesto, "Los imprevistos…" no destaca su gran originalidad, su guión cae en varios clichés, lugares comunes, y es más, la historia pega un par de vuelta de más que parecieran servir solo para alargar la cuestión. Aun así, varias cuestiones, fundamentales son las que suman a su favor. En primer lugar, estamos frente a una comedia inglesa, esto resignifica toda la cuestión.
Como lo comprobamos con la reciente y similar "¿Sólo Amigos?", el país de Mr. Bean tiene una sensibilidad especial para este tipo de historias, un humor permanente, que roza lo zafado sin volverse jamás grotesco, una levedad absoluta que la vuelve cálida, y una capacidad increíble para mantener los pies sobre la tierra y hacer creíble todo lo que pueda pasar por más traído de los pelos que suene.
Por momentos nos recuerda al mejor Richard Curtis, sobre todo en los tonos elegidos en la fotografía que resaltan la calidez, y en el valor primordial que se le da a los afectos familiares. Por otro lado, el soundtrack nos acompaña durante toda la película presentando canciones de Ralf Wengenmayr, Elton John, Kate Nash, Iba, Beyonce, y Lilly Allen entre muchos otros.
Con varios aciertos que enfatizan los diferentes momentos de la película y ayudan a remarcar el permanente tono positivo. Deje para lo último el factor principal, Rosie y Alex son interpretados por Sam Claflin ("Los Juegos del Hambre") y Lilly Collins ("Cazadores de sombras") y la química entre ellos lo es todo. Claflin tiene ese encanto ingles que gana por simpatía, su Sam es atribuládamente creíble.
Mientras que Collins es definitivamente la que se roba todas Las miradas, no sólo por mayor presencia en la pantalla (la película es su punto de vista) simplemente porque es adorable. Collins sonríe y el film se ilumina, Rosie tiene bríos, pasan los años y su rol va madurando y presentando distintos matices, sin dudarlo este puede ser el rol definitivo para una prominente actriz que hasta ahora no había elegido papeles de tantos matices.
"Los imprevistos del amor" se presenta como una comedia romántica más, con sus idas y venidas, con todas sus vueltas y mohines ya conocidos, pero a fuerza de simpleza, gracia y dulzura se posiciona unos escalones arriba de tantos productos anodinos provenientes de la meca hollywoodense. Merece darle una oportunidad.