Los ilegales

Crítica de Diego Batlle - Otros Cines

De paseo a la muerte

El director John Hillcoat y el músico Nick Cave -también responsable del guión- se reunieron por cuarta vez para concretar esta película de gangsters con estructura de western ambientada en la Virginia de 1931 sobre tres hermanos que se dedican a fabricar y contrabandear alcohol en medio de la Gran Depresión.

Más allá de su indudable impronta estadounidense (reconstruye la historia real de los hermanos y míticos contrabandistas Bondurant), Los ilegales es obra de un dúo australiano que ya había trabajado junto en Ghosts… of the Civil Dead, The Proposition (editada en la Argentina de forma directa en DVD como Propuesta de muerte) y la apocalíptica La carretera (lograda transposición del libro de Cormac McCarthy): Hillcoat y Cave, quien además se encargó de la notable banda de sonido (las selección de temas también es notable).

Este thriller de mafiosos contra policías (que por momentos son más crueles que los propios gangsters), y viceversa, tiene como protagonistas a los Bondurant (Tom Hardy, Shia LaBeouf y Jason Clarke), mientras que Guy Pearce es el despiadado “defensor” de la ley (y el verdadero malo de la película, casi al borde del estereotipo).

Con una narración intensa y cuidada -aunque no siempre fluida- que incluye un par de subtramas románticas (Jessica Chastain, notable como siempre, se atreve incluso a un audaz desnudo), Los ilegales es una buena propuesta, aunque algo convencional para los estándares de la Competencia Oficial del Festival de Cannes, donde tuvo su estreno mundial.

Hillcoat y Cave tienen aquí ambiciones no menores (el film “juega” en el mismo terreno que épicas como El enemigo público, Bonnie & Clyde, De paseo a la muerte o incluso El padrino), pero se queda a mitad de camino. De todas maneras, aunque el “envase” (gracias al excelso DF francés Benoît Delhomme) por momentos resulta más vistoso que su contenido, se trata de un film más que atendible (y para disfrutar en pantalla grande).