Los ilegales

Crítica de Agustín Neifert - La Nueva Provincia

Duros, corruptos y extrema violencia

Película de australianos que trabajan en Estados Unidos. Lo es el director John Hallcoat ( Propuesta de muerte, La carretera ) y también lo son el guionista y músico Nick Cave y el actor Guy Pearce, quien compone al repulsivo, afeminado y cruel Comisionado Especial Charles Rakes.
El filme recrea la novela histórica de Matt Bondurant titulada The wettest country in the world , que narr sucesos protagonizados por sus abuelos en la época de la Ley Seca, quienes habrían sido destiladores de licores del condado de Franklin, Virginia. El relato comienza en 1931.
Los depositarios de esa leyenda son los hermanos Forrest, Howard y Jack Bondurant. El jefe del clan es Forrest, interpretado por Tom Hardy, un ícono de la virilidad imperturbable. Aquí aparece como un hombre lacónico, algo taciturno, pero corajudo y siempre dispuesto a resguardar el honor de la familia.
Howard es un bebedor, pero implacable cuando cae atrapado por la ira. Y Jack, el menor, es un tarambana impulsivo y enamoradizo, que pretende ganarse un lugar en la familia por méritos propios. También oficia de narrador.
Los Bondurant son activos destiladores (conocidos como moonshiners), que mantienen un modus operandi con el sobornable sheriff local. Pero la realidad cambia con la aparición del corrupto fiscal Mason Wardell, el implacable comisionado Rakes y el gangster venido de Chicago Floyt Banner, interpretado por Gary Oldman.
Todos los destiladores aceptan las reglas impuestas por Rakes y Wardell, excepto los hermanos Bondurant, quienes se autodefinen "invencibles e inmortales" y deciden enfrentar a los "intrusos", desatando una guerra a muerte, que deriva en secuencias de extrema violencia.
Entre los personajes femeninos se destacan los de Jessica Chastain como Maggie, la protegida de Forrest, y Mia Wasikowska, la hija de uno de los hombres fuertes de Franklin y objeto de los deseos de Jack.
Según el escritor Sherwood Anderson, Franklin era en la época evocada por este filme "el condado más húmedo del mundo", pero no por las lluvias, sino porque todos los granjeros de la región tenían sus propias pequeñas destilerías de licores.
La historia de Los ilegales es una suerte de "cóctel" siempre a punto de explotar. Abundan las ametralladoras Thompson, los tipos "duros" y los funcionarios corruptos. También se pueden observar ejemplares de los primeros Ford V8 y expresiones de segregación racial.
Cabe acotar que la Ley Seca fue derogada en 1933, pero la denominada "conspiración Wardell" se extendió hasta 1940.
La narración es fluida y su director John Hillcoat demuestra talento y una clara noción de la estructura y la puesta en escena. Para ello contó con la inestimable colaboración del fotógrafo Benoît Delhomme y de intérpretes de primer nivel.