Los fuegos internos

Crítica de Jessica Johanna - Visión del cine

Hecha de manera colectiva bajo la dirección de Ana Santilli Lago, Ayelen Martinez, Laura Lugano y Malena Battista, Los fuegos internos es un documental que aborda la locura desde adentro y sin caer en la romantización.
“Cuando yo me sacaba la ropa, creía que era invisible”, trata de explicar uno de los protagonistas de Los fuegos internos lo que le pasa por la cabeza cuando uno desde afuera sólo ve a un loco desnudo. En este documental también hay escenas ficcionalizadas protagonizadas por ellos mismos, tres amigos que se conocieron tras una internación psiquiátrica. Así, se nos permite introducirnos en la cabeza de personas que tienen en común la estadía en el Hospital Alejandro Korn de Melchor Romero y salen al mundo como pueden, de a poco, acompañados.

Los fuegos internos está narrada de manera poética pero no retrata la locura como algo romántico sino que intenta hacerlo desde las entrañas. Las vidas de los protagonistas las narran ellos y actúan alguna escena en particular, por ejemplo el momento en que uno de ellos conoce a la mujer con la cual se terminará casando. A lo largo del documental se los ve intentando explicar lo que les pasa o sienten, en actividades como las de un taller de escritura del que puede salir un libro, o compartiendo mates mientras debaten sobre asumir responsabilidades.

Tampoco se le escapa una de las cuestiones principales: el rol que el Estado ocupa (o no) al respecto. Sin ponerse en rol de denuncia es inevitable que aparezca esta arista.

“Más que pedir ayuda, dejarse ayudar”, es una de las reflexiones que terminan de cerrar este singular y sentido retrato sobre una temática todavía poco visible que intenta mostrar un poco de este mundo entre los delirios, las alegrías y las tristezas, sin romantizar ni estigmatizar.