Los extraños: cacería nocturna

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

Recientemente vimos A 47 metros, de Johannes Roberts, un director que se mueve cómodo dentro del género de terror y que aquí sigue los pasos de películas como La masacre de Texas, Christine y Halloween. 

Mike -Martin Henderson- yCindy -Christina Hendricks-planean un viaje a un parque de casas rodantes de sus tíos junto a su problemática hija adolescente Kinsey -Baiulee Madison-, antes de dejarla en un internado, y Luke -Lewis Pullman-. Este es el comienzo de Los extraños: Cacería Nocturna, un relato que aprovecha la fórmulas de terror ya conocidas por el público pero que no pierde el interés ni tensión cuando el clan en cuestión comienza a ser amenazado y perseguido por tres extraños personajes con máscaras.

El film se ve claramente influenciado por la atmósfera de John Carpenter, con su constante juego de claroscuros y de figura-fondo, que logran crear el clima adecuado para una historia sencilla que no pretende otra cosa que asustar al espectador. Si bien no se dan explicaciones sobre los comportamientos de los antagonistas de turno -como tampoco lo hacía la película original de Bryan Bertino- la atención se posa en sus feroces ataques con cuchillos en medio de lugares abiertos e inhóspitos.

La música incidental de Adrian Johnston potencia las escenas junto a la utilización de hits de los años ochenta -Kids in America , de Kim Wilde y Total Eclipse of The Heart, de Bonnie Tyler- que se escuchan en los momentos menos esperados. La escena de la pileta es una de las más logradas de esta propuesta que se divierte con el sadismo en medio de parajes desolados mientras rinde homenaje al slasher de fines de los 70 y 80. Si en medio de la noche llaman a tu puerta y preguntan donde está Tamara, comenzá a correr!.