Los espíritus de la isla

Crítica de María Paula Iranzo - Cine Argentino Hoy

Hay decisiones en la vida que son difíciles de aceptar, y más si se trata sobre uno mismo. Esto y más tienen que enfrentar los protagonistas del film nominado a 9 premios Oscar, Los Espíritus de la Isla, escrita y dirigida por Martin McDonagh, que se estrena en cines este jueves 2 de febrero.
Es un día normal en la isla de Inisherin, Irlanda, cuando de repente Colm (Brendan Gleeson) decide dejar de ser amigos con Pádraic (Colin Farrell). Como este último se niega a aceptar la situación, intentará por todos los medios arreglarla con ayuda de su hermana (Kerry Condon) y el joven Dominic (Barry Keoghan).
No por nada cada uno de sus cuatro protagonistas tienen nominaciones al Oscar. Son ellos los que llevan la humanidad del libreto a la pantalla y lo hacen admirablemente. Colin Farrell con su insistencia incansable, Brendan Gleeson con su vulnerabilidad reprimida, Kerry Condon con su fuerza imbatible y Barry Koeghan con su inocente ingenuidad. Ellos son Inisherin.
En una isla donde no pasa mucho, y hasta la almacenera de la zona pide noticias como si fuera limosna, sucede demasiado en el interior de cada uno de los personajes, que la audiencia deberá analizar, porque nada está servido en bandeja en esta cinta. Es muy interesante cómo se plantean y se desarrollan estos conflictos. En ese sentido el guion de Martin McDonagh -nominado al Oscar como Mejor Guion Original y Mejor Director- funciona a la perfección.
Parece una película simple, pero está muy lejos de serla. A pesar de su lento desarrollo y tomarse su tiempo para cada situación, tiene una complejidad emocional sólo comparable con la vida real. Definitivamente dejará reflexionando al espectador mucho después de verla.