Los elegidos

Crítica de Pablo Raimondi - Clarín

Visitantes en casa

Si no puedes asustar, sugestiona. Esa parece ser la premisa de Scott Stewart (Priest: el vengador, Legión de ángeles) a la hora de plantear un thriller psicológico muy bien logrado. Y si el temor llega desde el cielo y con cierto aire Los expedientes secretos X, mucho mejor.

Ya sabemos que a la hora de ver este tipo de películas de fenómenos paranormales en clave extraterrestre -con abducciones incluidas-, la mente se dispara hacia las históricas Juegos diabólicos y Encuentros cercanos del tercer tipo. Pero en Los elegidos encontramos el sello del suspenso en manos de los productores de Actividad paranormal y La noche del demonio.

La historia parte con Daniel (Josh Hamilton) y Lacy (Keri Russell), una pareja estadounidense de clase media-alta que se las ve feas a nivel económico. De antemano, la realidad preocupa más que la ficción, hasta que Sam (Kadan Rockett), el menor de los niños, comienza a percibir la presencia de intrusos dentro de la casa. La noche siempre será cómplice y los Barrett recurrirán a (cuándo no), las cámaras de seguridad de la vivienda para detectar las extrañas manifestaciones.

Hasta allí, un comienzo típico para estos filmes, pero todo se complica cuando en la oscuridad se registran movimientos (atención a la iluminación y la atrapante banda de sonido) donde los objetos caseros parecen tomar vida propia (hay cierta obsesión con los juguetes infantiles) y “el hombre de los sueños”, un ser causante de pesadillas en los pequeños, buscará los ojos de ellos como trofeo onírico. O es lo que ellos creen.

La sugestión -y los ruidos, fuera de campo, que atraviesan la vivienda familiar- desenvuelve un papiro de suspenso, donde el terror deja lugar a la intriga y a saber con qué se encontrará la familia al día siguiente. Así, verán objetos apilados misteriosamente, una heladera saqueada y, lo más perturbador del filme, cómo cada uno de los habitantes de la casa deambularán como sonámbulos, contactados por “ellos”, Los Grises, logrados entes del más allá.

Cada uno en la casa cumplirá su rol y el protagonismo irá saltando de uno al otro, un método eficaz para este tipo de obras donde casi siempre la acción se centra en un personaje. Aquí no.

Entre tanto dinamismo, este filme tendrá sus “tributos”: el giro hitchcockiano (Los pájaros) con las aves estrellándose contra los cristales de la vivienda, emparentarse con la Milla Jovovich de Contactos de cuarto tipo o, la investigación y los mensajes de Señales con Mel Gibson. Esta película mezcla diferentes formas de encarar la presencia de seres de otros mundos , y es de lo mejorcito de este 2013 atestado de terror-suspenso, pero escaso en calidad.