Los elegidos

Crítica de Javier Porta Fouz - La Nación

Los elegidos es un título más obvio y revelador que Dark Skies ("cielos oscuros"). Y la idea de "elegidos" tampoco le hace justicia a lo que cuenta la película. De todos modos, en cuanto a la objeción de cuán revelador es el título de estreno local, hay que decir que el film ya adelanta mucho en la cita inicial de Arthur C. Clarke: "Existen dos posibilidades: que estemos solos en el universo, o que estemos acompañados. Ambas son igualmente aterradoras". Éste es un thriller sobre extraterrestres o, mejor dicho, sobre una familia (padre, madre, dos hijos varones) que en medio de un momento no demasiado bueno (el padre sin trabajo; adolescentes, obviamente, en conflicto) empieza a verse perturbada por los visitantes no deseados. La intensidad de la perturbación crece gradualmente y más allá de algunas groserías en el sonido, algún sueño-golpe bajo y cierta simplicidad un poco rústica en los comportamientos adolescentes, el armado de ese crescendo está hecho mayormente con buenas armas narrativas, con claridad para contar y buenos apoyos en los personajes secundarios, desde el policía de amable lógica hasta el experto poco enfático, cansado, gastado y lúcido interpretado por el siempre bienvenido J.K. Simmons.

Otra cualidad destacable de la película es esa convicción para contar una historia con elementos que asustan, que le ocurre a gente normal, una historia entre tantas (por eso Los elegidos es un título con poca lógica).

Es "entre tantas" porque el propio film lo plantea así y también en otro sentido: Los elegidos es una variación más de un género que ya ha contado historias similares. Ésta es otra historia en la que lo extraño, lo inexplicable y lo siniestro entran en un mundo tremendamente cotidiano, ordinario. Como si fuera un capítulo largo de La dimensión desconocida, no hay ánimo aquí de plantear el relato definitivo, o por lo menos muy ruidoso, sobre los extraterrestres.

El tono menor, el amor por el poder de este género de mantener el interés sin abusar de facilismos y la búsqueda del director Stewart (el mismo de Legión de ángeles y Priest) hasta podrían haber logrado mejores resultados sin tanto estiramiento y el consiguiente amontonamiento de las peripecias finales. Los elegidos es una pequeña película que no desentonaría en un doble programa extraterrestre en un cine de barrio. Sí, claro, en los ochenta o en los setenta.