Los elegidos

Crítica de Diego Batlle - Otros Cines

Encuentros cercanos de todo tipo

Recuerdo haber leído, cuando este film se estrenó en los Estados Unidos a principios de año, que los críticos norteamericanos se burlaban bastante de su resultado y hasta cuestionaban que no se hubieran organizado funciones previas para prensa. No sé a qué se debió, si fue porque ni los propios productores y distribuidores le tenían confianza, pero lo cierto es que este tercer largometraje del guionista y director Scott Stewart no está nada mal.

Con un modestísimo presupuesto de 3,5 millones de dólares, Los elegidos narra una historia, sí, bastante convencional que combina drama familiar con invasión alienígena, pero que está dignamente concebida y construida. Las referencias también son un poco obvias (Encuentros cercanos del tercer tipo, Poltergeist, Los pájaros y, sobre todo, Actividad paranormal), pero así y todo hay buenos momentos de tensión y sustos.

El punto de partida es el de… “siempre”: una familia tipo de clase media en decadencia (hay múltiples citas a la crisis financiera/laboral) compuesta por mamá (Keri Russell), papá (Josh Hamilton), hijo de 13 años en pleno despertar sexual (Dakota Goyo, el chico de Gigantes de acero) e hijo de 6 (Kadan Rockett) ven cómo la casa primero y luego hasta sus propios cuerpos se llenan de elementos extraños: la invasión a la intimidad del hogar y de sus interiores ha comenzado. Desesperados, visitarán a un experto en extraterrestres (el gran J.K. Simmons) para desembocar, claro, en el gran enfrentamiento final con no pocas vueltas de tuerca.

La narración es bastante eficaz, las actuaciones son más que aceptables y el uso de los efectos visuales y los golpes de efecto resultan sobrios y atinados. No estamos, quedó dicho, ante ninguna maravilla del género, pero tampoco frente al despropósito que tantos condenaron. Vale la pena despojarse de los prejuicios y darle una oportunidad.