Los desechables

Crítica de Hugo Fernando Sánchez - Tiempo Argentino

Relato de la alienación

Interesante y atípico ejercicio cinematográfico, que abreva en el teatro para trabajar con historias incómodas, dentro de un puzzle que solo se completará parcialmente, Los desechables es la primera ficción de Nicolás Savignone, que a principios del año pasado había estrenado Hospital de día (Buceando en la superficie), un documental centrado en la cotidianidad de pacientes psiquiátricos.
El director, que además es psiquiatra, no intenta ocultar las costuras de un relato mínimo –tres empleados de una empresa y sus vidas privadas que están irremediablemente ligadas a su ámbito laboral–, para hacer evidente el universo hostil en el que se mueven un puñado de personajes de la clase media porteña, donde el lenguaje psicoanalítico no es una novedad para ninguno de los protagonistas.
"Fantasma", "Casa de huésped", "Medio elenco inestable", "El purgatorio" son los capítulos-estaciones de la puesta que tienen un tratamiento narrativo especial para los tres jóvenes que los deben atravesar, enfrentando situaciones tan difíciles como extrañas –desde un hecho cuasi sobrenatural, pasando por un cuento del tío reformulado a cargo de unas siniestras madre e hija, hasta el papel de peones en un juego más grande–, y el extrañamiento pasa por una rabiosa actualidad, donde los tres son víctimas de un mundo corporativo, despiadado, que se regodea de su maldad (como otra mirada de El método, de Marcelo Piñeiro), alimento de un feroz sistema darwiniano que los lleva a la alienación y al vacío existencial.