Los descendientes

Crítica de Maria Marta Sosa - Leer Cine

LA ENTREGA

Alexander Payne, director de grandes películas como La elección (Election) y Entre copas (Sideways), nos entrega en Los descendientes (The Descendants) una nueva historia de personajes que deben salir adelante en sus vidas.

Aquello que se entregaba en el tiempo parece haberse interrumpido. Esta cadena cuyos eslabones están afianzados por la herencia se ve debilitada al atravesar la época actual. Las condiciones de vida “modernas” encadenan a los hombres, esos mismos sujetos descendientes de la tierra que están por rifar, con otras fuerzas. Sin embargo, aquellos enlaces no los atan de manera definitiva, no tienen un sustento ancestral. Se ven cautivados por el dinero, la prosperidad económica; engarces temporales, sujetos a variables tan efímeras como aniquiladoras. Aquí tenemos los dos eslabones con los que Alexander Payne, director de Los descendientes (The Descendants), monta la cadena que constituye su película: tierra y tradición.

Tierra

Matt King (George Clooney) es un abogado especializado en bienes raíces, descendiente de una de las familias pioneras del pueblo hawaiano. La preservación de la tierra en Hawai no es una cuestión accesoria. Por el contrario, ese pueblo mantiene un cuidado y respeto por su tierra porque ella simboliza aquello de donde descienden. Los hawaianos se consideran descendientes de su tierra y por ello sostienen que la tierra no es propiedad de nadie. Matt King entra en conflicto con esta concepción desde su profesión: él administra la tierra, dispone sobre ese bien heredado. King vive en una época secularizada, su familia parece haberse independizado del legado progenitor: está por concretar la venta del último espacio virgen de la isla heredado de sus antepasados. Esa transacción significará la seguridad financiera de toda la familia interesada directamente en ello (parte representada por los primos de King) y la ruina de la familia directa de Matt (sus hijas Alexandra y Scottie).
La grandeza de Payne consiste en atravesar este conflicto con planos donde los objetos y los personajes se muestran atravesados por esta tierra (humus). Cuando Matt visita las tierras en cuestión, junto a sus hijas y a un primo, el jeep blanco en el que viajan aparece completamente cubierto por la tierra que se ha ido levantando en el camino. Al llegar al inmenso predio, la familia baja del vehículo; vemos en detalle (si bien en un plano general) como sus pies casi descalzos (los pies descalzos de Matt y de otros personajes son una constante en toda la película) recorren la zona. El sonido en esta escena no tiene un papel menor. De forma delicada escuchamos el océano, visto en el primer tercio del plano, que humedece la tierra volviéndola hermosa y marrón. El protagonismo sonoro del océano dura muy poco, se funde con uno de los agradables ukeleles que escuchamos en toda la hermosa banda sonora. Esta secuencia es otro perfecto ejemplo de como Payne nos indica que Matt no tiene las ideas tan sólidas en cuanto a la venta. No podemos obviar otro plano donde lo humilde, en relación al humus, tiene una importancia fundamental. Matt sale de la reunión en donde ha comunicado a sus amigos que han desconectado a su esposa, quien se mantenía en coma, asistida artificialmente, tras un accidente acuático, y su muerte es inminente. El plano es general, la angulación de cámara entre picada y cenital, la luminosidad y los colores rutilantes de los paisajes hawaianos se oscurecen, Matt se desploma de rodillas sobre la tierra reconociendo esa humildad característica de la condición humana.

Tradición

Matt King será el encargado de lidiar con esa entrega. Las fotos de sus antepasados, su voz en off contando el legado familiar, la situación dividida de su familia (tanto sus primos luchando por los intereses de la tierra y sus hijas intentando reacomodarse luego del accidente de su madre), son elementos narrativos mediante los que Payne va a encaminar y reforzar aquella cadena amenazada. Matt es quien representa el vehículo para la entrega. Él comunica las noticias, él debe guiar a sus hijas más allá de la situación de su madre, él deberá entender la importancia de la tierra para un pueblo ligado a ella desde su origen, él necesitará perdonar para poder seguir junto a sus hijas. La redención está directamente ligada a la entrega de la tradición desde su etimología. En Los descendientes, Payne logra exponer este concepto en un maravilloso plano, otra vez entero, en donde Matt y sus hijas celebran un ritual funerario. Allí Matt, Alexandra y Scottie se unen finalmente junto a su madre mediante sus leis de flores hawaianos que expresan amor infinito.