Los decentes

Crítica de Laura Kievsky - Cinergia

Del otro lado del alambrado eléctrico

Belén (Iride Mockert), una joven de treinta años, consigue trabajo como empleada doméstica con cama adentro en en una residencia del country Palo Verde. A partir de entonces, trabaja en la casa de una familia disfuncional de clase alta compuesta por una madre depresiva y un hijo problemático. Sus actividades comienzan a tornarse repetitivas hasta que descubre que del otro lado del alambrado que rodea la casa se encuentra una comunidad nudista: “Los Indecentes”.

El director, Lukas Valenta Rinner, logra mostrar dos mundos totalmente opuestos unidos por la protagonista. Contrasta escenas de Belén trabajando en el country, sirviendo a su jefa y el hijo, con escenas donde puede soltarse y desnudarse en un ambiente relajado y de contención. Los decentes es otra película que busca mostrar el ambiente de los barrios cerrados pero con una vuelta de tuerca; cae en algunos estereotipos pero intenta mostrar las distintas facetas de aquellas personas que viven dentro de ese mundo (los residentes, las empleadas domesticas y los empleados de seguridad).

Los decentes es el debut como actriz principal de Iride Mocker, que apenas con alguna mirada o pocas palabras puede comunicar la transición de Belén desde que conoce la comunidad nudista hasta que finalmente se hace parte de ella, y cómo aumenta su confianza a medida que avanza la trama.

Con planos estéticamente atractivos y un guion acertado, la película capta al espectador. Los decentes es un film corto que, si bien algunos momentos de su historia pueden parecer pesados o largos, cumple el objetivo de cautivar al público y lograr empatizar con Belén.