Los decentes

Crítica de Diego Faraone - Denme celuloide

Es curioso pero, incluso el día de hoy, exhibir cuerpos desnudos en una película es una forma de incorrección política. No estamos hablando de los cuerpos esculturales que suelen obsequiarnos a diario los medios, sino de cuerpos alejados de los estándares publicitarios, cuerpos de personas bajas, flacas o gordas, de edades avanzadas, con abundancia de vello, flacideces, várices, celulitis y otras tantas “imperfecciones”. Cuerpos no tan agradables de ver, como en definitiva son o muy pronto serán los de todos nosotros. Pero el espectador promedio está tan adiestrado por el mainstream que una película de este tenor puede resultarle chocante y quizá hasta ofensiva.