Los decentes

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Es una película de Lucas Valenta Rinner, un austriaco formado en la Argentina, que tiene la coproducción de su país de origen y Korea del Sur. Y lo que imaginó para ilustrar que el choque de culturas no tiene que ser de obvios y transitados lugares comunes, se debe a su creatividad junto a Ana Godoy, Martín Shanly y Ariel Gurevich. Y un protagónico a cargo de la talentosa actriz Iride Mockert. Ella es una mujer que limpia que logra un empleo en una fastuosa casa en el medio de un distinguido country. Pronto ella descubre otro mundo detrás de un tupido cerco: otro country nudista, dedicado a la observación, las practicas yoga, la poesía, el sexo. Y allí estará Belén cumpliendo con los dos mundos hasta que una circunstancia arrastre todo al demonio violento. Un film con un estilo muy particular que muestra lo que usualmente no se ve cuerpos desnudos que están lejos de los estereotipos publicitarios y socialmente correctos. Una filosofía de vida donde prevalece la libertad y el placer. En frente del otro lado de la grieta: la apariencia de “normalidad” vigilada, políticamente correcta, hipócritamente perfecta. Choque de estilos de vida y de ideologías moneda corriente en el mundo que nos toca vivir. Pero no solo se queda en eso es también un particular, intenso, viaje de descubrimiento de parte de la increíble protagonista.