Los Croods

Crítica de Pablo O. Scholz - Clarín

Comer y no ser comido...

Entretenida desde que empieza hasta que termina es la nueva película del director de “Lilo & Stitch”.

Entre las películas animadas de los últimos años, dejando de lado a la dinastía Pixar, Chris Sanders demostró ser un director ingenioso, ya en la construcción de los personajes como de las situaciones que deben atravesar. El director que hizo Lilo & Stitch para Disney, saltó a DreamWorks Animation con otra película de un dúo imposible. Si en aquella era una chica hawaiana que adoptaba un extraterrestre -la voz original es de Sanders-, en Cómo entrenar a tu dragón el protagonista era un joven vikingo junto al personaje del título.

En Los Croods -codirigida por Kirk De Micco-, el universo se vuelve volcánicamente más rico. La familia Croods -papá, mamá, la hija mayor, los hermanitos y la abuela- deben abandonar la cueva en la que vivían en la Edad de Piedra cuando el suelo empieza a moverse y descubrir un nuevo mundo para sobrevivir.

Sanders cambia la paleta de colores -de tonos ocre en el comienzo, cuando los cavernícolas casi que vivían ocultos, en la oscuridad- a unos más brillantes, con vegetación al salir de la caverna, y con bestias prehistóricas multicolores. No son dos películas distintas, cambia el entorno. Porque Eep, la hija adolescente, es igual de rebelde, y papá Grug es realmente de piedra (“El miedo nos mantiene vivos, no dejen de tener miedo” es su frase de cabecera. “Ya entendí, papá, nunca voy a hacer nada nuevo o diferente”, le dice su hijo Thunk). Algo cambia cuando Eep se encuentra con Guy (lo más parecido al primer homo sapiens), quien le enseña el fuego y se sumará al clan familiar para sobrevivir, si pueden, juntos.

A quienes ven con asiduidad la animación de Hollywood no sólo muchas situaciones, sino características de los personajes les parecerán reconocibles. Combinación de La Era de hielo 4 y Los Increíbles, Eep es muy parecida a Merida, no sólo porque es pelirroja como la protagonista de Valiente, y la abuelita es como la abuela de Sid en La Era de hielo 4. Por no decir que el animalejo que persigue a los Croods se asemeja en su rostro al dragón de Cómo entrenar a tu dragón.

No es que Los Croods vayan a cambiar el mundo de la animación ni mucho menos, pero a fuerza de gags, gracia y agudeza se erige en un entretenimiento desde que comienza hasta que termina, para chicos y grandes. Desde la poética idea de montar el sol para ir hasta el mañana, mientras todo cambia y explota alrededor, hasta el placer de la familia por escuchar relatos orales que les cuenta Grug, no es difícil sentirse cómodo entre estos cavernícolas.

Sanders ya tuvo nominados al Oscar al mejor filme de animación a Lilo & Stitch y Cómo entrenar a tu dragón. Ya le llegará el reconocimiento.