Los Croods

Crítica de María Inés Di Cicco - La Nueva Provincia

El viaje de una familia muy normal

Los Croods son una familia de la Prehistoria.
Padre (Grug), madre (Ugga), suegra (Gran) y tres hijos (Eep, Thunk y Sandy) componen el núcleo cerrado y sin vecino alguno.
El mundo a sus pies está cambiando pero ellos no se enteran porque siguen viviendo como carvernícolas. Se mueven en bloque, se refugian en lo profundo de la árida montaña, comiendo de lo poco que recolectan en el día y con el temor a las criaturas de la noche como único aliado para sobrevivir.
El conflicto --siempre hay uno-- surge cuando la mayor de las hijas comienza a experimentar la curiosidad juvenil, la necesidad de disponer de un espacio propio y la consiguiente rebeldía ante la oposición de un padre estricto, quien no conoce otro modo de velar por su familia que el de la autoridad patriarcal y la regla impuesta por generaciones.
Eep está segura de que hay un mundo más allá de las montañas, allí donde cada anochecer se esconde el sol. Esa luz que la obsesiona, aparece una noche ante sus ojos y ella decide romper con el mandato y salir de la cueva para seguirla.
Es entonces cuando conoce a Guy, un joven de su edad, que le revela la existencia del fuego, le anuncia los cambios por venir y le abre los ojos a un nuevo mundo hacia donde se dirige. Entusiasmada, Eep comparte las novedades y Grug ve cómo sus seres queridos se empiezan a alejar de él para emprender otro camino.
Quedarse solo o salir de sus propios miedos y emprender el viaje hacia un futuro desconocido es la encrucijada para este padre que, además de luchar contra convicciones deberá medirse con un hombre más joven y con ideas nuevas.
Los Croods es una película de Pixar que no gozó aquí del bombardeo de publicidad de otras producciones, aunque no le va en saga a anteriores propuestas de la productora.
No tiene un argumento en extremo original --en lo medular coincide con Hotel Transilvania , de Sony Pictures; Valiente, de Disney; incluso con la clásica Buscando a Nemo de la propia Pixar--; sí un muy buen desarrollo narrativo que convierte a este relato en un pasaje entretenido y constante en su acción, humor y emoción.
El tratamiento de imagen y su traslado a 3D es digno de quien respalda a esta cinta que busca entretener a la familia, sin desatender las expectativas de grandes y chicos y con situaciones en las que todos se pueden sentir identificados y advertir que, desde que el mundo es mundo y los seres humanos pisaron su suelo, los conflictos hacen a la cotidianeidad de la familia más normal.