Los Boxtrolls

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Los boxtrolls representa el tercer largometraje de Laika, una compañía especializada en el arte de la animacion stop motion.
Previamente brindaron películas fabulosas como Coraline y Paranorman que le dieron un poco de aire fresco a una cartelera saturada por propuestas de animación computada.
Es importante destacar un detalle esencial con respecto a este estreno.
A diferencia de lo que dan a entender los trailers, Los boxtrolls no es una película recomendable para niños menores de ocho años. Con este film pueden salir aterrados del cine o sufrir un bodrio de proporciones épicas.
La historia puede ser más llevadera para chicos de entre nueve y doce años que es el target al que apuntó la novela de Alan Snow, "Here Be Monsters", sobre la que se basó esta producción.
Los boxtrolls sobresale principalmente en los aspectos técnicos, donde los artistas de Laika vuelven a sorprender con la dedicada elaboración que tienen los escenarios, el diseños de los personajes y sus vestuarios. El trabajo que hicieron con las ambientaciones macabras es fabuloso.
El problema que tiene esta película es que la historia es un poco aburrida y no cuenta con personajes atractivos e interesantes como los que se vieron en Paranorman o Coraline.
Los boxtrolls más allá de ser maltratados de manera sádica por el villano no aportan demasiado en el conflicto y nunca llegan a destacarse.
El film en realidad se hace llevadero por los detalles que presenta la animación en los escenarios victorianos que crearon los realizadores.
Esta es una de esas clásicas propuestas, tan comunes en la literatura infantil argentina, donde el adoctrinamiento moral y el mensaje que desea transmitir el autor es más importante que las relaciones entre los personajes y el mundo de fantasía en el que se desarrolla el cuento.
En este caso el concepto que los verdaderos monstruos de la historia son los humanos en lugar de los trolls tiene la sutileza de un terremoto.
Una lástima porque la idea que presenta la trama era buena, sin embargo, los directores Graham Annable y Anthony Stacci no le encontraron la vuelta desde la narración para hacer la película un poco más interesante.
El film por momentos se vuelve algo denso y desaprovecha personajes que podrían haber brindado un espectáculo entretenido.
Los espectadores adultos podrán disfrutarla por los momentos de humor negro y los personajes extravagantes, pero como propuesta familiar dependerá de la edad que tengan los chicos