Los Ángeles de Charlie

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

La nueva versión de Los ángeles de Charlie representa el segundo fracaso consecutivo de Hollywood por revivir esta franquicia luego de la serie de televisión del 2011 que fue cancelada tras siete episodios.
La película dirigida, producida y escrita por Elizabeth Banks tenía el propósito de trabajar el concepto de estos personajes en la era Me Too con una marcada impronta feminista.
Con el apoyo de una banda de sonido que incluía temas nuevos de Miley Cirus, Ariana Grande y Lana del Rey el film se promocionó especialmente para capturar la atención del público juvenil femenino, un segmento de los espectadores que en los Estados Unidos ignoró esta propuesta en las salas.
De hecho, en ese país Rambo: Last Blood, sin ser un éxito de taquilla, llevó más mujeres a los cines que Los ángeles de Charlie, un detalle que no deja de ser interesante para analizar.
Tal vez el concepto de estos personajes hoy ya no genera ningún atractivo en las generaciones más jóvenes y tampoco ayudó demasiado que el film de Banks sea bastante insípido.
Dentro de esta cuestión su redundante prédica del Girl Power, que se repite como un disco rayado durante casi dos horas interminables, es el menor problema que tiene esta producción.
La directora en principio la pifió con el casting.
Entre las diversas encarnaciones que tuvo la franquicia este nuevo grupo es el más insulso de todos y en ningún momento de la historia consiguen transmitir que son un equipo.
Una curiosidad de esta versión es que los personajes principales se disfrutan más en sus escenas individuales que cuando tienen que colaborar entre sí.
Kristen Stewart le pone un poco de onda a su rol pero su desempeño en las situaciones de acción es penoso de ver.
Las escenas de ella por lo general tienen numerosos cortes de edición con primeros planos a las manos y los pies para crear la fantasía que el personaje sobresale en las peleas.
Ella Balinska es la que mejor sale parada del trío en este tema y se desempeña muy bien en el rol pero nunca se conectó con sus compañeras y Naomi Scott interpreta a una burda damisela en apuros que eventualmente busca sumarse al grupo.
Los realizadores estaban tan confiados que esto iba a ser un suceso taquillero que desarrollaron la película como una historia de origen del nuevo equipo.
Una idea que no funciona porque al final tenés dos ángeles de Charlie que deben proteger a una potencial incorporación.
En cuanto a la labor de Patrick Stewart, hagamos de cuenta que nunca fue parte de este proyecto, más allá que su profesionalismo lo ayuda a salir bien parado de cualquier bodrio.
Al margen del casting, el argumento es muy aburrido, el contenido humorístico malo y las escenas de acción son pocas y deprimentes de ver por su mediocre realización.
A Elizabeth Banks le faltó un equipo de colaboradores que la ayudara en este aspecto del film, como lo tuvo Susanna Fogel en Mi ex es un espía, una propuesta completamente superior y mucho más divertida.
En aquella comedia con Mila Kunis, la directora se enfocó en los aspectos generales de la película y el tratamiento del humor y delegó la realización de las secuencias de acción en los especialistas que trabajaron en películas como Atomic Blonde, El ultimátum Bourne y la saga Misión: Imposible.
Por consiguiente, la calidad de las escenas de pelea, persecuciones automovilísticas y tiroteos eran estupendas, algo que destaqué en esa reseña.
En materia de acción Los ángeles de Charlie parece un piloto de televisión malo filmado en el año 2000 y eso perjudicó bastante a esta propuesta.
Las películas previas con Drew Barrimore no fueron grandes exponentes del cine precisamente, pero al menos eran entretenidas y se hacían llevaderas con la gran química que había entre las tres protagonistas.
Lo único rescatable de este film es el modo en que los nuevos personajes se conectan con las encarnaciones previas de los ángeles. La trama funciona como continuación directa de la clásica serie de televisión y las películas previas dirigidas por McG.
Eso estuvo bien elaborado y hay que darle el crédito que corresponde a la directora.
Lamentablemente no hay mucho más para resaltar.
El mensaje que machaca una y otra vez Banks con el tema que las mujeres pueden hacer cualquier cosa siempre que tengan una oportunidad es honorable y tiene sus buenas intenciones pero no alcanzó.
Para tratarse de una entrega de Los ángeles de Charlie esto tendría que ser más entretenido y ese fue el gran talón de Aquiles de su labor como realizadora.
Simplemente se trata de una propuesta que no merece el costo de una entrada de cine, ya que hoy en la televisión se pueden encontrar producciones de mejor calidad dentro del mismo género.