Los amantes pasajeros

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

Almodóvar con el ingenio extraviado

"Esta es mi película más gay", ha dicho Almodóvar. Es cierto, tiene un humor decididamente gay, de gustos ochentosos, un número estilo playback con tres actores que hacen de practicantes y machacantes, y está llena de gente ansiosa de ponerse las plumas.

Dijo además que "La escritura del guión empezó como un capricho cómico y ha acabado como una comedia coral, moral, amoral, oral e irreal". Veamos. Caprichosa e irreal, eso forma parte de su estilo de siempre. Coral, también es cierto, porque todos llevan al unísono la misma melodía y los solistas apenas se distinguen con algunas líneas. Oral, sí, porque es toda hablada y por la cantidad de chistes inclinados a "esa" oralidad que el lector sospecha. Moral y amoral, ahí ya depende. Alguno, de solo enterarse, definirá esto como inmoral. Otro hablará de nueva moral. En todo caso, lo propio de muchos personajes almodovarianos es la amoralidad, y en este caso específico son tranquilamente todos amorales. Cada cual (incluso un banquero que dejó el tendal de víctimas) dice y hace lo suyo sin mayor cargo de conciencia y sin que nadie se espante.

Lo más discutible es eso de comedia. Gustará, sin dudas, a quienes amen las zafadurías propias de adolescentes en el baño del colegio y la franca elección sexual del autor y sus criaturas. Gustará en particular a cierto sector del mercado norteamericano, para el que directamente se titula "I' m so excited". Pero se trata de chistes viejos, provocaciones que perdieron filo hace rato, simples guarangadas, reiteraciones abusivas, y encima carece totalmente de ritmo. Su famoso ingenio se perdió peor que una valija en Ezeiza. Quienes amaron "Mujeres al borde de un ataque de nervios" sólo encontrarán un aeropuerto, unos colores, no mucho más.

Esa sí fue una comedia con todas las letras. "Kika" intentó acercarse pero quedó a mitad de camino. El resto, lo más elogiado de Almodóvar, lo que lo consagra como artista, son tragicomedias o melodramas muchas veces admirables con elementos graciosos para descomprimir. Ah, cierto, hace mucho, cuando era un jovencito recién llegado a "la movida", hizo cosas como "Folle, folle, folleme Tim", "Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón" y unos cortos para ver entre amigos, todo muy amateur. Ahora sorprendió diciendo "Me siento como en 'Pepi' pero con canas". Hombre grande.