Los amantes pasajeros

Crítica de Alejandro Venturini - Alta Peli

El autor español vuelve a los orígenes de su cine con la comedia manteniendo vivo el pastiche, la parodia, las sexualidades, las drogas, el amor, la muerte y la crítica política en una alegoría más que clara.

Vuelo gay friendly

Así como hace 130 años Guy de Maupassant en su cuento “Bola de Cebo” subía a varias personas a una diligencia para reflejar la sociedad francesa de fines del siglo XIX, Pedro Almodóvar hace algo similar en “Los Amantes Pasajeros” embarcando varios personajes -propios de su cine- en un avión con destino a México DF.

León (Antonio Banderas) y Jessica (Penélope Cruz) son una pareja que trabajan juntos en el aeropuerto. En medio de sus labores, él se entera que está esperando un hijo y en una entremezcla de alegría y desconcierto, abandona por un momento sus labores perjudicando al vuelo que estaba a punto de despegar. En este vuelo afectado y con un destino incierto encontramos a un trío de azafatos homosexuales de lo más divertido (Javier Cámara, Carlos Areces y Raúl Arévalo), a una psíquica virgen (Lola Dueñas), una madama vip (Cecilia Roth), un actor reconocido (Guillermo Toledo) y un agente de seguros mexicano (José María Yazpik) que deciden hacer catarsis dentro del avión al enterarse del peligro inminente.

Vuelta a las bases

Si hay algo que siempre le valoré a Pedro Almodóvar es su capacidad de adaptación. No sólo logra un pastiche en su cine fusionando elementos de lo más dispares, sino que además supo acomodarse luego de su boom con la movida madrileña allá por los ´80, haciendo dramas de un nivel increíble y sin perder su marca autoral.

En “Los Amantes Pasajeros” vuelve a la parodia almodovariana presentando un colorido abanico de personajes verborrágicos con los componentes clásicos de su cine que van desde la telenovela hasta Hitchcock, pasando por una versión cumbiantera de “Para Elisa” y los colores pasteles que invaden la pantalla. Almodóvar utiliza la misma receta que hasta principios de los ´90 le habían funcionado perfectamente, pero las épocas cambiaron y la fórmula no es tan efectista como solía serlo.

Asimismo, toda la película es una clara analogía que busca reflejar la actual crisis socio-económica de España y eso lo logra argumentar perfectamente ya que la incertidumbre es idéntica lo que genera inseguridades y estallidos emocionales ante la irresolución.

Conclusión

“Los Amantes Pasajeros” lo intenta pero no logra aproximarse a esas parodias que eran producto de una generación que acababa de liberarse de las cadenas del franquismo. Tiene todas las marcas de autor de Pedro Almodovar, pero en el medio de su filmografía hubieron más dramas que comedias y creo que ahora en ese pastiche que sólo él sabe armar aprendió a utilizar mejor los significantes hitchcockianos que los de John Waters. Por esto, si sos seguidor de la filmografía del director español date una vuelta por el cine, aunque realmente esta obra se encuentra un poco alejada de la calidad a la que nos tiene acostumbrados.