Los agentes del destino

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

Magnífica fantasía sobre cuento de Dick

Los encuentros casuales, pérdidas y hallazgos inexplicables de algún objeto, embotellamientos que parecen surgir de la nada, y la falta de Internet o señal de un celular o un teléfono que da ocupado, entre muchas otras señales, tienen una explicación específica en el universo de Philip K. Dick. En su cuento «The Adjustment Bureau» hay una especie de burócratas controlando a la gente para que no se desvíen de un plan establecido previamente por un ser superior.

Esto lo descubre un joven candidato a senador interpretado por Matt Damon, cuando por error de uno de estos «agentes « del destino todo el plan queda expuesto en peligro, permitiendo el segundo encuentro fortuito entre el protagonista y una bailarina que actúa inmediatamente como si fuera a ser la mujer de su vida. El joven político parece estar de acuerdo con este sentimiento, pero lamentablemente el plan es otro, y todo tipo de trucos serán utilizados para que no puedan estar juntos.

Los relatos de Philip K. Dick suelen tener conceptos profundos y diferentes de todo lo conocido, dejando por otro lado un amplio rango de posibilidades para hacer el guión de una película; en este caso las ideas del autor de «¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?» (es decir, la novela en que se inspiró «Blade Runner» de Ridley Scott) dan lugar a un relato romántico, ciento por ciento original, que rompe con las estructuras a las que nos tiene acostumbrado Hollywood, al punto de que el único defecto que puede tener el film es la imposibilidad de adivinar en qué dirección se va a disparar una trama sólidamente escrita a partir del muy ingenioso cuento corto.

Productor de la última de las «Bourne», el director debutante George Nolfi se valió de un maestro de la fotografía, como John Toll, para generar imágenes alucinantes y un ritmo endiablado, sin apelar a las típicas escenas de acción que servirían para otra película pero no para esta historia que transcurre en varias dimensiones simultáneas.

Contada con un estilo clásico que se extraña en el cine actual, «Los agentes del destino» está muy bien actuada por la consternada pareja protagónica, aunque el que se roba la pelicula es el veterano Terence Stamp en el papel de uno de los agentes más implacables a la hora de defender el plan original.