Los adoptantes

Crítica de Isabel Croce - La Prensa

Con el interés que provocan los cambios que se van gestando en el plano social, el director Daniel Gimelberg ("Antes") indaga en qué pasa en una pareja homoparental (la de Martín y Leonardo) cuando surge el deseo de tener un hijo y se recurre al mecanismo de la adopción. La elección del sistema permite al director, por un lado, meterse con la burocracia desde el punto de vista del funcionamiento del sistema en nuestro país y por el otro lidiar con las complicaciones que surgen en la pareja, ante la actitud de Leonardo, con un pasado y un presente no resuelto de hijo adoptivo. 

El contraste entre los caracteres del animador de televisión optimista y divertido (el Martin de Diego Gentile) y el agrónomo, dado a cavilar y "enrollarse" (el Leonardo de Rafael Spregelburd) agrega matices en cuanto a las reacciones de los integrantes de la pareja. Las situaciones humorísticos se suceden, algunas de las cuales rompen la línea mesurada, hasta entonces, del relato, para caer en un humor más fácil, que remite a la presencia de una pareja bizarra (Florencia Peña y "Radagast" Aristarán).

BUENAS ELECCIONES
Si la elección de Diego Gentile para el personaje de Martín es un acierto por el carisma humorístico del actor (confirma su reciente éxito en teatro con "Toc-to"), no lo es menos Marina Bellati, una divertida integrante del grupo televisivo, con su desafiante rostro almodovariano. Rafael Spregelburd es Leonardo y con Soledad Silveyra y Elida Lois (madre y hermana de Martín) completan la familia.

"Los adoptantes" no siempre logra la diversión que se propone, pero mantiene un tono atractivo con desniveles, logrando visibilizar para el gran público detalles del tema adopción, sólo tratados hasta ahora por el género documental en nuestro país.