Looper: asesinos del futuro

Crítica de Rodolfo Bella - La Capital

El futuro fuera de control

La única regla para un looper es: “Nunca dejes escapar a tu objetivo incluso si ese objetivo sos vos”. Un looper es quien en 2040 se encarga de matar y hacer desaparecer a las víctimas de las organizaciones criminales que operan en 2070, a las que mandan al pasado para que los criminales a sueldo hagan el trabajo sucio. “Looper”, la película, da una vuelta de tuerca a los lugares comunes de la ciencia ficción. El futuro y todas sus especulaciones habituales no tienen lugar en este filme protagonizado por Joseph Gordon-Levit y Bruce Willis. Ambos interpretan al mismo personaje, Joe. Otra regla es que un looper sabe que su vida tiene fecha de vencimiento. Cumplido su plazo laboral activo, es enviado desde el futuro a 2040 para ser eliminado. Y es en ese momento cuando el looper Gordon-Levit deberá matarse a sí mismo. Pero cuando la bala que debe dispararle a su versión madura, el looper-Willis, no impacta en su objetivo a pesar de su determinación a hacerlo es cuando el filme comienza su recorrido más intrincado en lo narrativo y original en su puesta en escena, lo que hace de “Looper” una película singular. Lo es por su concepción de un futuro desolador, pero reconocible en sus aspectos más domésticos: una modesta tecnología convive con un mundo rural intacto y antiguos restaurantes con drogas de diseño. Todos en una sociedad corrupta, con una mayoría sumergida, volenta y fuera de control.