Londres bajo fuego

Crítica de Gastón Navarro - El Lado G

La cuota de acción a base de explosiones y persecuciones llega esta semana con la secuela de Ataque en la Casa Blanca (Olympus Has Fallen), película que tuvo a Harvey Dent como Presidente y a Leónidas como guardaespaldas.

¿Harvey Dent y Leónidas? ¿De qué estoy hablando? Quizás muchos recuerden el 2013 como el año en el que hicieron mierda la Casa Blanca un par de veces. Dos películas con casi la misma historia: por un lado teníamos a Channing Tatum como el hombre que protegió al Presidente interpretado por Jamie Foxx -muy parecido a Barack Obama-, mientras que por otro universo la historia giraba en torno al Presidente Aaron Eckhart -Harvey Dent/Two Faces en la trilogía The Dark Knight– y su guardaespaldas Gerard Butler -Leónidas en 300– en lo que sería un atentado sin precedentes en la residencia oficial del Presidente de los Estados Unidos. La película dirigida por Antoine Fuqua logró tener su secuela, ahora dirigida por el iraní Babak Najafi en una divertida historia lejos del país de América.

Londres Bajo Fuego no se olvida de sus “orígenes” y vuelve a la carga con más explosiones, efectos especiales y mucha acción al estilo de los 80´, en donde una sola persona (Gerard Butler) puede cargar contra todo un ejercito de terroristas. A diferencia del ataque a la casa blanca, aquí la historia se desarrolla en la siempre utilizada ciudad de Londres -también se hace pelota en Rápidos y Furiosos 6– en donde se lleva a cabo el evento más protegido de la Tierra. Los representantes más importantes del mundo se reúnen en la capital británica para despedir a su primer ministro quien fue asesinado por razones misteriosas. Esta importante reunión es la excusa perfecta para un grupo de terroristas que tiene como objetivo masacrar a todas las personas más influyentes del mundo y además bombardear diferentes sectores emblemáticos de Londres como por ejemplo, el Palacio de Buckingham.

La caída uno por uno de los presidentes de las diferentes naciones, que a diferencia de otras películas, aquí el representante francés habla en su idioma, el ruso habla ruso y así sucesivamente, hacen que el líder de Estados Unidos sea el principal objetivo de este grupo terrorista, ¿raro, no? ¿terroristas y Estados Unidos? Extremadamente cliché. Más allá del buen punto a favor de la película en respetar los diferentes idiomas de las autoridades que participan en la cinta, a la hora de la acción, las escenas de pelea cuerpo a cuerpo no son las mejores o no mantienen el nivel que demostraron en su primera entrega y los efectos especiales son muy pobres.

Respecto al guión de la película, si bien es una de esas producciones que su objetivo es entretener y nada más que entretener, es tan malo y débil para la historia que desea contar que desaprovecha la calidad actoral con la que cuenta: sus protagonistas principales Butler y Eckhart, como así también Morgan Freeman y el poco conocido Alon Abutbul, para intentar interpretar a un terrorista que debería meter miedo.

¿Tiene cosas positivas Londres Bajo Fuego? Claro que sí, siempre y cuando disfruten de ver películas sin sentido en donde todo explota y no hay un minuto para descansar. Los terroristas al principio son los malos de la película pero luego de encontrarse con quien posiblemente sea el mejor guardaespaldas de todo el mundo, Mike Banning que mata como los mejores utilizando un modo silencioso de atacar por sorpresa al mejor estilo Batman o simplemente vuela cabezas al estilo Punisher, el plot twist de la película transforma a los Estados Unidos encabezados por el propio Banning y el Presidente Benjamin Asher en los cazadores con un plan de estrategia para matar a todos los terroristas y regresar a su tan querido país.

Si disfrutan del cine o series de superhéroes encontrarán muchas caras conocidas del ambiente, a los mencionados protagonistas y a sus participaciones en The Dark Knight y 300, también verán a Jackie Earle Haley –Rorschach en Watchmen (2009)- o a Colin Salmon –Punisher: War Zone (2008)- y también protagonista en las primeras temporadas de Arrow.

Como película de acción, esta secuela de Olympus Has Fallen queda muy lejos de estar aprobada y de ser una gran película del género. Algunas secuencias del film pueden ganarse una entrada de cine para disfrutar de la pantalla grande y de un buen momento con amigos, pero la película tranquilamente podría ir directo al formato hogareño y lograr su verdadero objetivo: salvarte de una tarde aburrida de domingo.