Locos por los votos

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

Sátira despareja con sólidos comediantes

Dos excelentes comediantes y un puñado de buenos chistes, más un tema tan atractivo para satirizar como los políticos y sus campañas pueden bastar para recomendar esta película por más despareja que sea.

Will Ferrell interpreta al político varias veces electo para representar a Carolina del Norte en el Congreso. Acostumbrado a no tener rivales, de golpe se ve enfrentado a un ingenuo experto en turismo (Zach Galifianakis en un papel bastante distinto al de «¿Qué pasó ayer?») bancado por tipos poderosos que necesitan un cambio para hacer nuevos negocios. Luego de algunos traspiés iniciales, el recién llegado recibe la ayuda de un demoníaco asesor de campañas y le declara la guerra al político veterano.

El director Jay Roach se atreve a un tipo de humor bastante más audaz que el de la saga de «La familia de mi novia», más al estilo de su formidable saga del espía Austin Powers, aunque lamentablemente sin el mismo nivel de gags, Aquí hay algunos chistes realmente eficaces especialmente en la primera mitad del film, pero luego, la batalla a muerte entre los dos políticos capaces de cualquier cosa por subir un punto en las encuestas se vuelve un tanto repetitiva, y dado que no todos los gags son igual de contundentes, en un punto el asunto empieza a ser menos divertido.

De todos modos, hay momentos realmente hilarantes y muy buenas actuaciones no sólo del dúo protagónico, sino también de un gran elenco que incluye a figuras tan talentosas como Dan Aykroyd, John Lithgow y Brian Cox.