Locos por las nueces

Crítica de Regina Fallangi - Cine & Medios

Hay que pasar el invierno

Con simpáticas ardillitas como protagonistas, esta nueva propuesta de animación para los más chicos va a lo seguro: personajes graciosos, colores fuertes, música, travesuras y una moraleja final.
La historia se centra en un grupo de animales que vive en un parque y debe llenar un árbol con provisiones antes de que llegue el invierno. Como los alimentos no alcanzan para atravesar esa fría temporada, los más valientes del grupo deben salir a buscar comida fuera del parque. La esperanza de los simpáticos animalitos parece ser una nueva tienda de nueces ubicada frente al parque, para eso deben unir fuerzas con Surly, una ardilla que fue expulsada del grupo y que ha entrado a la tienda antes que ellos. Pero como toda historia para niños debe tener una enseñanza, Surly tiene ahora no solo la posibilidad de alimentarse, sino también de redimirse frente al grupo que lo ha echado por ser egoista, y defender a sus amigos de los dueños de la tienda, que son en realidad unos malvados y torpes ladrones de bancos.
Dinámica, con una animación correcta y con mucho humor aportado en gran parte por dos de los personajes que salen un poco de lo común y clásico de la historia: una perra guardiana que se hace amiga de los usurpadores, y una pequeña rata muda, que es el personaje más expresivo del filme.
Correcta, redonda, y con todos los condimentos necesarios, esta película se asegura el entretenimiento de los pequeños y unas cuantas butacas llenas.